El que habita al abrigo del Altísimo.
Morará bajo la sombra del Omnipotente.
Diré yo a Jehová:
Esperanza mía, y castillo mío;
Mi Dios, en quien confiaré.
Él te librará del lazo del cazador,
De la peste destructora.
Con sus plumas te cubrirá,
y debajo de sus alas estarás seguro;
Escudo y adarga es su verdad.
No temerás al terror nocturno,
ni saeta que vuele de día
Ni pestilencia que ande en oscuridad
Ni mortandad que en medio del día destruya.
Caerán a tu lado mil y diez mil a tu diestra más a ti no llegarán. Ciertamente con
tus ojos mirarás y verás la recompensa del justo. Porque has puesto a Jehová,
que es mi esperanza
al Altísimo por tu habitación.
Pues a sus Ángeles mandará a cerca de ti
que te guarden en todos sus caminos.
Amén