Gerarda D’Avenia

1933-2018

Tus brazos siempre servían cuando quería un abrazo, tu corazón comprendía cuando necesitaba una amiga. Tus ojos tiernos se endurecían cuando me hacía falta una lección. Tu fuerza y tu amor me guiaron y me dieron alas para volar.

Recuerdo que dedican tus familiares en el día de celebración de tu vida.

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En el nombre del Padre del Hijo y del Espíritu Santo

Amen.

Señor, solo tu eres el dueño de la vida. Nos concedes la gracia de nacer, siempre con un propósito, y del mismo modo nos llamas a tu reino de luz cuando consideras que nuestra misión en la tierra ya está cumplida, no antes ni después.

Hoy me presento ante ti con humildad profunda y seguro que mis suplicas serán escuchadas, para pedir por el eterno descanso del alma de Gerarda D'Avenia, a quien has llamado a tu presencia.

Padre celestial, por favor permite el descanso en el paraíso del alma de Gerarda D'Avenia, quien ya abandono este plano terrenal y ha emprendido un viaje al cielo prometido. Tu que eres un Dios de amor y de perdón, por favor borra las faltas que pudo haber cometido y concédele la gracia de la vida eterna.

Te pido mi buen señor, por aquellos que, como yo, lloraos la partida de Gerarda D'Avenia. A ellos y a mí, abrázanos con tu amor infinito y danos la fuerza y la sabiduría para mantener la calma en estos momentos difíciles, y para comprender que la mejor manera de honrar a quien ya ha partido es recordarlo con amor y valentía, para que podamos reponernos de la tristeza y continuemos adelante con tu compañía haciendo tu santa voluntad.

Señor, mira mi llanto como tributo sentido que te ofrezco por su alma, para que lo purifiques con tu preciosísima sangre y lo lleves al cielo por el amor que siempre nos has tenido.

Amen.

Ahora haz el credo, tres Padre Nuestros, tres Ave Marías y tres Glorias.