Niña Fide, así como todos la conocieron. Ella no tuvo estudios, de niña no fue a la escuela. Por lo tanto, no tuvo un diploma o título, pero cuando ella tomo la decisión de formar un hogar a los 19 años, unió su vida a la de José Eulalio Zelaya. Empezando ahí la profesión más difícil. Muchas veces más complicada, y más larga. Siendo así la única profesión que termina con tu último suspiro en la tierra. Y los frutos de esa unión fueron 12 hijos; 7 hembras y 5 varones. Como a los 52 años tomo la decisión de inscribirse en un curso de alfabetización que dieron en nuestro cantón, El Porvenir. Pero ya ella sabía leer y escribir, pues ya había aprendido a leer en la biblia.
Emprendedora en los negocios, muy creativa, siendo así la costurera del cantón y reconocida por sus modas y diseños. En los negocios de comida, la mejor (dicho con modestia). Pues lo que probaron de sus platillos le dieron la fama. Honrada, honesta, puyes así enseno a sus hijos a no hacer trampa y no tener ganancias deshonestas. Siendo así su vida transparente. Lo que era en casa era afuera. Valiente y fiel. Tanto así que Dios la honro dándole 37 nietos, 50 bisnietos, y 4 tataranietos. 4 generaciones. Su porción favorita, Salmos 91. La mayor parte de su vida la paso en el cantón, El porvenir. Y terminando así su trayectoria, en Tyler, TX de los EU, disfrutando con la mayor parte de su familia. Expresándolo mejor con la porción de Lucas 1;47-50.
Y su vida está plasmada en el Salmos 112.
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v.1.8.18