Arnaldo, residente de San Juan, Puerto Rico, será recordado por su naturaleza bondadosa y trabajadora. Fue un hombre amable y generoso, conocido por su fidelidad y honestidad. Su valentía y su amor por la familia lo hicieron querido por todos los que tuvieron el privilegio de conocerlo.
Su legado de bondad y dedicación perdurará en los corazones de quienes compartieron su vida.