Ricardo Heredia nació en la Ciudad de Lima, Perú un domingo 6 de junio de1943. Fue el menor de los hijos de Doña María Victoria y Don Juan Heredia. Su infancia fue muy feliz; pero, en plena adolescencia le tocó presenciar una de las tragedias más grandes en la historia del fútbol Peruano. Efectivamente, un
24 de Mayo de 1964 Ricardo se encontraba en el Estadio Nacional de Lima, jugaba la selección Peruana vs Argentina, anularon un gol con el que Perú lograba el empate y el árbitro lo anuló; lo cual desencadenó en una gran pelea y la consecuente muerte de cientos de personas, entre ellos dos de
sus hermanos, dos sobrinos y un cuñado. Ricardo sobrevivió; pero, ese dolor lo acompañó por muchos años.
En 1965 logró obtener una visa para emigrar a los Estados Unidos; a donde vino decidido a abrir camino a sus futuras generaciones quienes, gracias a él y a su gran corazón, lograron llegar y hoy radican todos aquí. De pronto, los recuerdos y su fe por el Señor, lo llevó a fundar la Primera Hermandad del Señor de los Milagros de New York; y así legalizó en Albany el tradicional culto y procesión del Señor
de los Milagros que recorre, cada año, la 5ta. Avenida y sus alrededores. Ricardo fue un gran hombre, quien sirvió de guía, de puente y de inspiración para muchos. Su mayor riqueza: su familia; su principal objetivo: que todos tengan una oportunidad de salir adelante; y así lo logró, viendo a su hija y sobrinos graduándose de la universidad, ingresando a la Naval de los Estados Unidos, etc. Pero, su más
grande deleite y regocijo era tenernos a todos reunidos en su residencia de Woodside, en donde nos esperaba con deliciosos potajes típicos del Perú, música y gran alegria. Siempre nos
decía que la unión de nuestra familia era nuestra mejor arma para enfrentarnos a cualquier adversidad.
Nunca lo olvidaremos, hermano! 🌷
A él le sobrevive su amada hija Victoria A. Heredia, sus hermanos Juan, Pedro, Victoria, Grabiela y Ana.
Hoy, con el corazón destrozado despedimos a nuestro amado hermano; esperando en Dios de que algún día le volveremos a ver en la eternidad prometida a los Hijos del Dios Altísimo. Mientras tanto vivirá en cada canción,en cada recuerdo y en un lugar de nuestro corazón donde yacen las personas como él que nunca deberían morir.
Hermano, te amamos y te recordaremos siempre!
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v.1.8.18