Fernando nació el 21 de marzo de 1927, y a lo largo de su vida fue un hombre de principios firmes, dedicación y compromiso. Desde temprana edad, se dedicó al servicio de seguridad, donde dejó una huella imborrable gracias a su ética de trabajo, responsabilidad y sentido del deber. Su vida fue ejemplo de entrega tanto en lo profesional como en lo personal.
Le sobrevive su amada esposa Yolanda Sánchez, con quien compartió muchos años de amor, complicidad y respeto mutuo. Su legado perdurará en la memoria de quienes tuvieron el privilegio de conocerlo y amarlo.
Su familia agradece las muestras de cariño y apoyo en estos momentos difíciles.
Descansa en paz, Fernando. Tu vida fue un ejemplo, y tu memoria vivirá eternamente en nuestros corazones.