

Hijo de un Argentino-Italiano y de una Española inmigrante, Carlos Amadeo Marazzi González nació un 2 de enero de 1933 en el Barrio de Belgrano de la Ciudad de Buenos Aires, en medio de los gobiernos militares, la depresión económica y las guerras mundiales de la llamada Década Infame. Entre los tornillos y alicates del taller de mecánica de automóviles de su padre, localizado en el primer piso de su casa en la Avenida Elcano, aprendió a construir, arreglar y elaborar todo tipo de artefactos y aparatos, destrezas que usó toda su vida para traer alegría a todos sus seres queridos. Durante la Segunda Guerra Mundial, visitaba las confiterías para ver el periódico y darle seguimiento a los movimientos de los ejércitos. En la posguerra, la elección de Juan Domingo Perón como Presidente trajo un periodo de mayor apertura y estabilidad, que le permitió a Carlos desarrollar su pasion por la lectura sobre la historia y la filosofía política. En 1955, un golpe de estado militar derrocó al gobierno de Perón. La situación se puso grave, al punto que Carlos escondió los libros, considerados prohibidos por los militares, detras de un empañetado del baño de su casa para evitar problemas. El siguiente año, completó su título como Electrotécnico de a Escuela Industrial No. 4 (Ciclo superior). Para celebrar junto a sus amigos, tomaron sus motocicletas y cruzaron el Cono Sur hasta llegar al Oceano Pacifico en el Puerto Montt en Chile, el comienzo de muchas aventuras en motocicleta que tuvo en su vida.
Con la dictadura en pleno apogeo en Buenos Aires en 1957, obtuvo una beca para estudiar en la Universidad Técnica de Darmstadt en Alemania, la cual se encontraba en plena reconstrucción. Sin hablar una palabra de aleman, Carlos se mudó a Darmstadt, se enseñó alemán y en 1961 obtuvo su diploma en Ingeniería Eléctrica. Posteriormente, regresó a Buenos Aires a trabajar en la Comisión Nacional de la Energía Atómica. En 1963, obtiene una oferta de empleo del Lawrence Radiation Laboratory de la Universidad de California en Berkeley, y la Embajada de los Estados Unidos le otorgó una visa tipo O-1, que se otorga a individuos que no van a migrar a los Estados Unidos, pero que por sus extraordinarias habilidades en las ciencias, negocios, entre otros, son admitidos para trabajar en Estados Unidos un periodo de tiempo temporero. Fue con este estatus migratorio que vivió el resto de su vida en los Estados Unidos y Puerto Rico, sin nunca procurar la ciudadania norteamericana, a pesar de la confusión que eso le causaba a los oficiales migratorios norteamericanos.
El International House de la Universidad en Berkeley servía de refugio para conocer y compartir con estudiantes latinoamericanos que llegaban anualmente a estudiar en la Universidad. Fue allí que conoció un grupo de 15 puertorriqueñas estudiantes de honor de la UPR que habían sido becadas para hacer una maestría. Casi todas eran independentista, por lo cual el joven Carlos concluyó que ese pais estaba al punto de una revolución. Entre ellas, conoció a Rosa Julia Santiago Carreras, una estudiante de ciencias políticas, quien lo acompañó el resto de su vida. Ese año, fue admitido a Colorado State University donde hizo una Maestría en Ciencias y trabajó en un proyecto de investigacion financiado por la NASA para estudiar un nuevo sistema de propulsion de cohetes. Al terminar, recibió una oferta de empleo para trabajar en IBM a las afueras de la ciudad de Nueva York, donde contrajo nupcias con Rosita en 1964. Posteriormente, se mudaron a Mayaguez, donde ambos fueron docentes e investigadores en el RUM, periodo durante el cual Carlos fue carpeteado por la Policia de Puerto Rico, sin ni tan siquiera tener el derecho al voto en Puerto Rico.
En 1968, nació su primogénito Carlo Marazzi Santiago, y el siguiente año se mudaron a Londres, luego de que Carlos fuera admitido al programa doctoral de Ingeniería de Telecomunicaciones del Imperial College. Durante este periodo, apoyó proyectos de diseño de los primeros cables submarinos transatlánticos. Su tesis abordó la viabilidad económica de usar la señal celular para establecer una red de teléfonos públicos inalambricos para llevar la telefonía a paises subdesarrollados, una idea visionaria para esos tiempos. En 1972, regresaron a Puerto Rico donde ambos trabajaron como docentes en la UPR. Despues de unos años, aceptó una oferta de empleo para trabajar como director de planificación en la Autoridad de Comunicaciones, localizado en el edificio del Telegrafo en Santurce. En 1975, nació su segundo hijo Mario Marazzi Santiago. Luego de los eventos del Cerro Maravilla, y de que Carlos intentara detener unas compras cuestionables en la Autoridad, se recibió en la Autoridad una nota escrita a mano que bajó de la Fortaleza, indicando "No mas Marazzi en el Gobierno". Fue en ese contexto que en 1979 Carlos solicitó y obtuvo un empleo en el Banco Mundial en Washington, DC como experto en telecomunicaciones. En 1980, la familia se mudó a Lexington, Massachussetts, donde Carlos trabajó como Consultor en Arthur D. Little, responsable de la ingeniería, planificación y operación de proyectos de telecomunicaciones en Asia, America Latina y el Caribe.
En 1989, regresaron a Puerto Rico donde Carlos y Rosita establecieron una empresa de consultoría, TEAM Consultants, que tuvo numerosos clientes publicos y privados en Puerto Rico y fuera de Puerto Rico. En 1993, al regresar de un viaje de trabajo a Venezuela, trajo un libro de paginas amarillas con mapas adentro, que sirvió de inspiracion para la empresa de cartografia digital, Metro Data, que eventualmente fundó.
Desde su retiro, Carlos se dedicó a sus cuatro nietos, Carmen Elizabeth, Ana Rosa, Carlos Juan, y Marco, quienes amó profundamente.
A través de su vida, Carlos vivió una vida llena de aventura, viajando a casi todos los continentes de esta Tierra, pero siempre volviendo cuando podía a su Argentina querida.
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