quisiera que cantaras
sobre mi cuerpo frío
tus bailes de rumbas.
No derrames lágrimas.
Canta, ríe, baila con una sonrisa.
Pienso, será lo mejor para mí
que mi corazón reciba de ti.
Que en ti queden mis alegrías,
que en ti se queden mis bailes.
Por eso cuando yo muera,
no llores por mí.
No me lleves rosas ni coronas ni laureles,
sólo rézame, cántame, báilame.
Que los ángeles oigan cómo te canto.
No dejes de tocar mi guitarra.
Desde el cielo escucharé su sonido.
No olvides decirme Ricky, Ricky y Ricky.
Cuando yo me muera, no llores por mí
regáleme tu sonrisa. No me regales flores.
Sé muy feliz.
Ahora me acuesto a dormir
Le rezo a Dios que guarde mi alma.
Si me muriera antes de despertar,
Le rezo a Dios que se lleve mi alma.
Amén