Antonio Fonseca Reyes

Antonio Fonseca Reyes, nacido el 10 de octubre de 1932 en Bayamón, Puerto Rico, falleció el 9 de noviembre de 2025 a la edad de 93 años. Fue un hombre amable, amado, bondadoso, compasivo, considerado, desinteresado, fiel, generoso, honesto, humorístico y leal.

Criado en una familia humilde, Antonio dedicaba sus veranos desde temprana edad a ayudar a su padre en la finca familiar. Estudió en la Universidad de Puerto Rico, donde obtuvo un bachillerato en contabilidad en los años 60.

Antonio comenzó su carrera profesional en National Citybank como el principal taller del banco. Recomendado por su profesor universitario, pasó a trabajar en Holsum de Puerto Rico por más de cuatro décadas, donde se desarrolló como contralor y gerente general de compra, jubilándose en la década de los 90. Fue fundador de la Cooperativa Holsum, la cual presidió de manera prestigiosa por muchos años. Además, sirvió en el conflicto de Corea, recibiendo una baja honorable y tres medallas: la National Defense Service Medal, la Korean Service Medal y la United Nations Service Medal.

Casado por 70 años con Margarita Marrero Fuentes, Antonio fue padre de cuatro hijos: Rafael Antonio Fonseca Marrero, Rosa Margarita Fonseca Marrero, Carlos Antonio Fonseca Marrero y Enid Margarita Fonseca Marrero. Fue abuelo de ocho nietos: Rafael Antonio Fonseca Rodríguez, Gabriel Antonio Fonseca Rodríguez, José Daniel Rosario Fonseca, Elisa Margarita Rosario Fonseca, Carlos Andrés Fonseca González, Diego Alejandro Fonseca González, Paula Margarita Hernández Fonseca y Helena Margarita Hernández Fonseca. Hijo de María Reyes Vila y Telesforo Fonseca Sánchez, Antonio fue uno de 14 hermanos.

En su tiempo libre, Antonio disfrutaba jugar softball en el equipo de la compañía y con su familia. Seguía todos los deportes, especialmente el béisbol, siendo los LA Dodgers y los Bravos de Atlanta sus equipos favoritos, y en el baloncesto de la NBA, los Vaqueros de Bayamón.

Antonio fue un trabajador incansable, de carácter serio pero justo y firme, dedicado a su familia. Su fe era inquebrantable. Cumplió con el mandamiento de amar a Dios sobre todas las cosas y al prójimo. Buscaba lo bueno en todos a pesar de cualquier circunstancia. Siempre estuvo presente en cada etapa de nuestras vidas, nunca decía que no, y siempre sacaba tiempo para escuchar y dar el mejor consejo. Se levantaba cada día para estar a la disposición de todos. Su alegría era contagiosa, siempre tenía la habilidad de hacernos reír. Veía el lado positivo de todo, dejando de lado lo negativo. Su mayor legado es el impacto que dejó en nuestras vidas, con su sabiduría, enseñanzas, valores, pero sobre todo, el amor que sembró en cada uno de nuestros corazones, que hará que permanezca vivo en nuestros recuerdos.

La familia extiende su más sincero agradecimiento a todos los que conocieron y estuvieron con Antonio a lo largo de su larga vida.

El servicio funeral se llevará a cabo en la Funeraria Álvarez, en Bayamón, Puerto Rico, el 13 de noviembre de 2025 a la 1:00 pm. El sepelio será en el Cementerio Nacional en Morovis, PR, el 14 de noviembre de 2025 a las 11:45 am.