Yonatan será recordado por su carácter amistoso, alegre y responsable. Era un hombre amoroso, juguetón y un orgulloso “gritón” con sus niñas, a quienes amaba con todo su corazón. La música fue siempre una de sus mayores pasiones, llenando su vida y la de quienes lo rodeaban de energía y alegría.
Le sobreviven su amada esposa Lizeth López y sus hijas Kaylee López e Itzel López, quienes fueron su orgullo, su motivación y la luz de su vida.
Quienes tuvieron la dicha de conocerlo conservarán para siempre su sonrisa, su calidez y la alegría que compartía generosamente.
Que descanse en paz. Su recuerdo vivirá eternamente en los corazones de quienes lo amaron.