

Carlos nació en Buenaventura, Valle del Cauca, Colombia. Era el segundo de cinco hermanos. Vino a los Estados Unidos para comenzar una nueva vida con su familia. Tenía una esposa, Genoveva, y cuatro hijos: John, Gustavo, Steven y Angélica. Carlos era un hombre muy trabajador, siempre hizo todo lo posible para mantener a su familia. Carlos era un hombre de pocas palabras y tenía una cara seria, la mayor parte del tiempo, pero en cualquier momento escuchó el sonido de la música, inmediatamente comenzó a bailar; sin importa donde se econtrara o quien lo mirara, el bailaba. Era el mayor fanático de la música, pero en especial de la salsa. Carlos siempre tenía una sonrisa de un millón de dólares que era contagiosa. Ser Colombiano lo hizo sentir muy orgulloso. Siempre trató de integrar los colores colombianos en sus atuendos diarios. También le encantaba cocinar y rehacer las recetas colombianas de sus Madre. Carlos tenía un gran dulzura con sus ocho nietos. Cada vez que venían, se convertía en otro niño. Carlos falleció en su casa, pero su legado vivirá a través de sus cuatro hijos y ocho nietos. Era un hermano, tío, esposo, padre y abuelo asombrosos. Dios recibió un ángel ese día y ahora se ha reunido con su Madre y su Padre, hasta que nos encontremos de nuevo.
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