Juan Antonio Morales Rosa

6 de septiembre de 1950 – 31 de agosto de 2025

Caguas, Puerto Rico

Con los corazones llenos de amor y nostalgia, quienes lo conocieron y amaron despiden a Juan Antonio Morales Rosa, quien nos dejó el 31 de agosto de 2025, en su amado Caguas. Tenía 74 años, y aunque su despedida fue silenciosa, su presencia era una presencia cálida que llegó a cada rincón de sus vidas.

Juan Antonio fue un hombre de corazón generoso y alma pura. No se definía por profesiones o títulos, sino por su capacidad de soñar como un niño. Los muñequitos vaqueritos eran su refugio, sus compañeros, su voz creativa: cada escena de juego era una historia nacida de ternura y curiosidad.

Para sus sobrinas fue una figura tan protectora como un padre, aunque sin llevar ese nombre formal. Las amó con cariño profundo, y ellas lo cuidaron y admiraron como un padre. Lo recordarán por la seguridad que transmitía, por esas risas compartidas entre silencios y por cuántos sueños construyeron juntos alrededor de aquellos vaqueros de trapo y plástica.

En cada rincón de su hogar, hay un eco de su risa, un reflejo de su espíritu gentil. Para su mamá , ese hijo no era solo sangre de su sangre: era la confirmación de que los milagros existen, de que el amor puede tomar forma en un ser humano pequeñito que luego crece y se convierte en su mejor amigo. Y para él, su madre no era solo quien lo crió, sino la guardiana de sus sueños, la primera en creer en él, la que lo amaba sin condiciones ni límites. Ese amor era eterno, puro y sincero, un lazo invisible que nada ni nadie podía romper.

Ellos no solo eran madre e hijo, eran cómplices: compartían miradas que lo decían todo sin hablar, risas secretas que solo ellos entendían, y silencios llenos de ternura. Él sabía que siempre podía refugiarse en sus brazos, y ella encontraba en su sonrisa la paz que nada más le daba.

Que su recuerdo sea como los muñequitos que tanto amaba: pequeños guardianes de su presencia, que nos acompañen con ternura en los días en que su ausencia duela más.

Juan Antonio, viviste en detalles y amor; descansa en esa luz que dejaste en nosotros.