

Mateo Cruz, un amado hijo, hermano y amigo, falleció el 10 de enero de 2025. Mateo era una persona leal, honesta y con un gran sentido de humor, dejando tras de sí recuerdos entrañables y un legado de bondad y carisma.
Mateo cursaba su último año en Pinewood High School, donde era conocido por su actitud relajada y su dedicación a sus pasiones. Era un joven vibrante, lleno de entusiasmo por la vida, que abrazaba cada día con una energía contagiosa. Su familia, amigos y compañeros de clase lo recordarán siempre por la luz que trajo a sus vidas. Dejó amistades para toda la vida y una huella imborrable en sus compañeros y profesores con su naturaleza carismática y amable. Su paso por la escuela estuvo marcado por su dedicación y la alegría que transmitía a quienes lo rodeaban.
Mateo fue un apasionado del skateboarding y con frecuencia se le podía ver en el parque de patinaje local, perfeccionando sus trucos con una actitud desenfadada. Su amor por el skate solo era igualado por su pasión por los videojuegos, a los que dedicaba incontables horas jugando con amigos, tanto en línea como en persona. Su capacidad para sumergirse en estos mundos reflejaba su espíritu aventurero y su creatividad. Estas actividades no eran solo pasatiempos, sino verdaderas pasiones que disfrutaba con entusiasmo y con un sentido del humor que siempre sacaba sonrisas a quienes lo rodeaban.
Más allá de sus hobbies, Mateo tenía un vínculo especial con su perro, Chip, un compañero fiel que siempre estaba a su lado. Eran inseparables, disfrutaban de largos paseos juntos o simplemente descansaban en el jardín. El cariño de Mateo por Chip reflejaba su personalidad afectuosa y compasiva, siempre cuidando de quienes amaba. Su familia encuentra consuelo al saber que Mateo está en paz, rodeado por el amor de su perro y de las personas que más quiso.
Mateo deja en este mundo a sus padres, Sarah y Marco Cruz, a su hermana mayor Emily y a su hermano menor Carlos. Su familia está profundamente agradecida por el amor y el apoyo de amigos y miembros de la comunidad en este momento tan difícil. Sus padres expresaron lo orgullosos que estaban del joven en el que se había convertido, destacando su capacidad de iluminar cualquier lugar con su risa y su lealtad inquebrantable hacia quienes quería.
La ausencia de Mateo será profundamente sentida, pero su espíritu vivirá en los corazones de quienes lo conocieron. Su legado de alegría, carisma, bondad y lealtad seguirá inspirando y brindando consuelo a sus seres queridos.
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