her family. At the age of 96, she concluded a life marked by devotion, warmth, and an
unwavering commitment to those she held dear. Beatriz was a beloved matriarch, cherished by
her four daughters: Francisca, Jovita, Josefa, and Maria.
Her family, spanning generations, found solace in the comforting embrace of her love. Beatriz's
many grandchildren and great-grandchildren were recipients of her boundless affection, and to
them, she was affectionately known as "Grandma Chica."
Beatriz's heart overflowed with love for her family, and her greatest joy was found in the
moments shared with her loved ones. Her legacy is one of familial unity, strength, and enduring
love. In the hearts of those who knew her, she will forever hold a cherished place, and the
memory of her kindness and warmth will continue to illuminate the lives of all who were
fortunate enough to be touched by her presence.
Beatriz was predeceased by her four daughters, yet her spirit lives on in the 11 grandchildren
and 20 great-grandchildren who carry forward the lessons of love and resilience she imparted.
As we mourn the physical departure of our beloved Beatriz, we find solace in the memories that
will forever echo in our hearts. May she rest in eternal peace.
En Memoria de: Beatriz Rentería (1927-2024)
El 7 de enero de 2024, Beatriz Rentería partió pacíficamente de este mundo, rodeada por el
amor de su familia. A la edad de 96 años, concluyó una vida marcada por la devoción, la
calidez y un compromiso inquebrantable con aquellos a quienes quería. Beatriz fue una querida
matriarca, apreciada por sus cuatro hijas: Francisca, Jovita, Josefa y María.
Su familia, abarcando generaciones, encontró consuelo en el abrazo reconfortante de su amor.
Sus muchos nietos y bisnietos fueron receptores de su afecto ilimitado, y para ellos, era
conocida cariñosamente como "Abuelita Chiquita".
El corazón de Beatriz rebosaba de amor por su familia, y su mayor alegría se encontraba en los
momentos compartidos con sus seres queridos. Su legado es el de la unidad familiar, la fuerza
y el amor perdurable. En los corazones de quienes la conocieron, siempre ocupará un lugar
querido, y el recuerdo de su amabilidad y calidez continuará iluminando las vidas de todos los
afortunados que fueron tocados por su presencia.
Beatriz fue precedida en la muerte por sus cuatro hijas, pero su espíritu vive en los once nietos
y 20 bisnietos que llevan adelante las lecciones de amor y resiliencia que ella impartió. Mientras
lamentamos la partida física de nuestra amada Beatriz, encontramos consuelo en los recuerdos
que resonarán eternamente en nuestros corazones. Que descanse en paz eterna.
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v.1.8.17