

Con profunda tristeza anunciamos el repentino fallecimiento de nuestra amada madre, hermana y amiga, Francisca Margarita Rivera, conocida cariñosamente por todos como "Panchis". Tenía 58 años.
Nacida en Santa María del Río, San Luis Potosí, México, Panchis trajo su calidéz y fortaleza a Texas, estableciendo su hogar en Irving y posteriormente en Carrollton. Crecio en una gran familia y fue sin lugar a duda la niña más consentida de su Abuelita Carlota Segura.
Cursó sus estudios en la Escuela Pascual Maria Hernandez, la Secundaria Manuel Labastida y Peña, la Preparatoria Guillermo Fonseca Alvarez y sus estudios de Enfermeria en la escuela de la Cruz Roja Mexicana en San Luis Potosi. Durante todos sus años de estudiante fomentó innumerables amistades. Amaba profundamente su profesión y trabajó por muchos años en el Hospital del Seguro Social en San Luis Potosi. Después de trabajar largas jornadas siempre estaba dispuesta para hacer visitas y curaciones a familiares, amigos y vecinos. Nunca mostró su cansancio.
Panchis poseía un verdadero corazón de madre y protectora, dedicó gran parte de sus últimos años al cuidado amoroso de niños. Tenía un don especial para cuidar a los más pequeños, y su ternura dejó una huella imborrable en las familias a las que ayudó. Una persona que con su amor y calma brindaba paz a quienes la rodeaban.
Pero su bondad se extendía mucho más allá de su trabajo. Panchis era una mujer profundamente considerada, siempre dispuesta a hacer todo lo posible por ayudar a quien estuviera pasando por un momento difícil. Si necesitabas apoyo, ella estaba ahí sin dudarlo.
Equilibraba su trabajo con una gran alegría por la vida, disfrutando los fines de semana en diversos eventos y paseos con sus hijas y su querido amigo, Toño. El Dia de los Muertos era su festividad favorita y elaboro innumerables vestidos, trajes y coronas para ella y sus hijas para celebrar y honrar a los Fieles Difuntos. La Navidad Tambien era muy especial para ella.
Cabe resaltar que una de sus riquezas que poseía era la de contar con innumerables amigas y amigos partiendo de la sabiduría de que la verdadera riqueza no es la de poseer bienes materiales, sino en la calidad y cantidad de las relaciones humanas, algo que ella derrochaba en forma sobresaliente.
Deja un legado de amor y le sobreviven sus hijos, Uriel, Aileen y Ashly; el padre de sus hijos Alfonso Salazar y su querida hermana, Martha Gonzales Jahuey, precediendole en la muerte sus padres Rosalio Rivera y Maria Candida Jahuey, abuelitos Adalberto Jahuey y Carlota Segura y su amadísima tia Juanita Jahuey Segura.
La mayor enseñanza que nos deja es la humildad, calidad y sencillez con su facilidad para perdonar de corazón y olvidar. Aun en su ausencia nos sigue enseñando.
Los servicios funebres seran el Lunes 15 de Diciembre en Calvary Hill Funeral Home & Cemetery
10am – 12pm Visitación
12pm – El Santo Rosario
1pm – Santa Misa
2pm – Sepelio
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v.1.18.0