Rolando Baldonado Torres

He dedicated 8 years to the Mexican Armed Forces and was always a true Mexican patriot. He then engaged in carpentry work and later plumbing work at Agave Plumbing where he was known as the “rooster” and leaves behind many friends and coworkers. He was always a hardworking and punctual employee.

He was a true fan of boxing, wrestling, soccer, and the Dallas Cowboys. Although he had two left feet, Rolando loved regional Mexican music such as banda, norteña, cumbias, and a nice cold beer. His shrimp soup and ceviche were his specialty dishes. The gatherings with Dona Mari, Mayra and all his compadres and friends were happy and unforgettable moments.

There wasn’t a street dog that Rolando did not want to feed, and he loved his pets, Bruno, Mati, Simon, and Lola.

He formed a family with his life companion, Martha L. Solis, with whom he shared 17 years of love, friendship, and many adventures. His major role was that of being a great father to his son Matthew whom he loved immensely and will now watch over him from heaven.

Rolando is survived by his life family: his companion/wife Martha L. Solis, his son Matthew, and his sister Eloisa. He is also survived by his parents, Cristina and Lorenzo, his siblings Rafael, Delia, Lorenzo, Fredy, and Adriana, by the “kiddos” he loved and interacted with; Ernesto, Claudia, Abraham, Delia, Alissa, and Daniel, his neighbors, friends, and many more family members from the Solis, Medina, and Baldonado Torres families.

Rolando will be remembered as a stubborn, friendly, and helpful man but most all of he will be remembered as a man with a noble heart, a good husband, father, brother, and friend. Until we meet again “Rolas”.

Rolando Baldonado Torres nació el día 2 de Febrero del 1974 en Miahuapan, Tihuatlan Estado de Veracruz, México y vivió más de 20 años en Dallas, TX.

Dedico 8 años a las fuerzas militares de México y siempre fue un gran patriota mexicano. Después se dedicó a la carpintería y a trabajar en la plomería en Agave Plumbing donde fue conocido como el “Gallo” y deja muchos amigos y compañeros de trabajo. Fue un hombre muy trabajador que siempre llegaba temprano a su trabajo.

Era verdadero fanático del boxeo, lucha libre, futbol, y de los Dallas Cowboys. Aunque tenía dos pies izquierdos, Rolando era amante de la música de banda, norteña, cumbias y la cerveza bien fría. Su caldo de camarón y ceviche siempre fueron su especialidad. Las convivencias con Doña Mari, Mayra y todos sus compadres y amigos fueron momentos felices e inolvidables.

Para Rolando nunca hubo un perro al cual no le ofreciera de comer y quiso mucho a sus mascotas Bruno, Mati, Simón y Lola.

Formo una familia con a su compañera de vida, Martha L. Solís, con la que compartió 17 años de amor, amistad, y muchas aventuras. Su mayor papel fue ser un gran papa para su hijo Matthew quien quiso inmensamente y ahora lo cuidare siempre desde el cielo.

Rolando es sobrevivido por su familia de vida; su compañera/esposa Martha L. Solís, su hijo Matthew, y su hermana Eloisa. También es sobrevivido por sus padres Cristina y Lorenzo, sus hermanos Rafael, Delia, Lorenzo, Fredy, Adriana y por los “chamacos” a quien quiso y con quien convivio; Ernesto, Claudia, Abraham, Alissa, Delia, y Daniel, por sus vecinos, amigos y muchos más de las familias Solís, Medina y Baldonado Torres.

Rolando será recordado como un hombre terco, servicial, amigable, pero sobre todo un hombre de corazón noble que fue un buen compañero, papa, hermano, y amigo. Buen viaje “Rolas”.