Dr. Samantha Garza

Dr. Samantha “Sam” Garza was born on April 16, 1996 in Elgin, Illinois. She lived in Monterrey, a city in Nuevo León, Mexico, for seven years before moving to Houston, Texas in 2004, where she completed elementary, middle and high school.

In 2018, Sam graduated from Duke University with a bachelor’s degree in Spanish, Latin American and Latinx Studies, as well as two minors in chemistry and biology. One year later, she earned her master’s degree in biomedical sciences from Duke. She enrolled in the University of South Carolina School of Medicine Greenville in 2020, and fulfilled her dream of becoming a doctor in 2024.

Sam is survived by her parents, Susana Contreras and Eduardo Garza; three siblings, Narcedaila, Karla, and Jesus; her life partner, Cameron Powell; a myriad of friends and sorors; and her beloved fur babies, Dezzy and Buster.

obituary:

On June 30, 2025, Dr. Samantha Garza, known affectionately to her loved ones as Sam, peacefully transitioned after a nearly two-year battle with medulloblastoma, a type of brain tumor. She was 29.

Sam was born on a snowy day in April at the Saint Joseph Hospital in Elgin, Illinois. Her mother, Susana, described her as a beautiful, pink and white bundle of love. She was ambitious from the very start. As a baby, Sam didn’t bother learning to crawl—instead, she just learned how to walk. She loved to learn, played volleyball and basketball, and was valedictorian of her high school class.

Sam loved hard, and cared deeply about her family and community. Growing up, she and her youngest sister, Karla, shared a bedroom, and spent every night telling each other about their days. When Karla received the same diagnosis of medulloblastoma in 2014, Sam organized a school blood drive in her honor.

“She was a good one,” said Narcedalia, Sam’s eldest sister. “I looked up to her.”

Sam always wanted to be a doctor, but Karla’s diagnosis solidified that dream. She enrolled at Duke University in 2014 as a first-generation college student, where she became co-president of Mi Gente, the Latinx student alliance, and a founder of the Duke chapter of Lambda Theta Alpha Latin Sorority, Inc. Sam was also a part of Duke’s rowing team.

She looked for every opportunity to give back. In 2019, while pursuing her master’s degree, she volunteered in Honduras to help build sustainable health systems in underserved communities. One year later, she created a YouTube channel as a resource for aspiring physicians like herself, particularly young Latinas.

“She was smart, beautiful, and caring,” said Cam, the love of her life. “She was everything.”

Cam and Sam met in 2021, and spent four loving years together watching Jeopardy, traveling around the country for music festivals, and leaving surprise love notes for each other on their matching desks at home. Sam was diagnosed with medulloblastoma in 2023, during the final year of her medical program at the University of South Carolina School of Medicine Greenville.

Even while undergoing treatment, Sam’s drive never wavered. She raised funds for the National Brain Tumor Society, and openly shared her experience fighting cancer on social media. In 2024, she earned her medical degree, fulfilling her lifelong dream of becoming Dr. Garza.

Sam spent her last months playing lots of Tetris, reading anything she could get her hands on, and spending time with Cam and their pets, Dezzy and Buster. Until the end, she was optimistic and persevering.

Friends remember Sam as kind, spirited, and the life of the party. Full of love and light, Sam was always laughing, dancing, and drowning herself in the color pink. In her passing, she leaves behind lessons for all of us: to experience the transience of life fully, to believe in the good of humanity, and to leave the world better than we found it.

In her 29 years, Sam had already touched so many lives—and she continues to do so. Sam’s story has inspired her community to raise more than $18,000 for the National Brain Tumor Society within the past week. Her medical records will be released to the School of Medicine Greenville, to help train aspiring physicians on how to better treat medulloblastoma in the future.

Sam wanted to change the world. And through her love, life, and the legacy she leaves behind, she has.

Spanish:

Biografía (bio):

La Dra. Samantha “Sam” Garza nació el 16 de abril de 1996 en Elgin, Illinois. Vivió durante siete años en Monterrey, una ciudad en el estado de Nuevo León, México, antes de mudarse a Houston, Texas, en 2004, donde completó la primaria, secundaria y preparatoria.

En 2018, Sam se graduó de la Universidad de Duke con una licenciatura en Español, Estudios Latinoamericanos y sobre Latinos en los Estados Unidos, además de dos especialidades menores en química y biología. Un año después, obtuvo su maestría en ciencias biomédicas en la misma universidad. En 2020, ingresó a la Facultad de Medicina de la Universidad de Carolina del Sur en Greenville, y en 2024 cumplió su sueño de convertirse en doctora.

Sam deja atrás a sus padres, Susana Contreras y Eduardo Garza; tres hermanos, Narcedaila, Karla y Jesús; y el amor de su vida, Cameron Powell; una multitud de amigos y hermanas de su sororidad; y a sus amadas mascotas, Dezzy y Buster.

Obituario:

El 30 de junio de 2025, la Dra. Samantha Garza, conocida con cariño como Sam por sus seres queridos, falleció pacíficamente tras una batalla de casi dos años contra un meduloblastoma, un tipo de tumor cerebral. Tenía 29 años.

Sam nació en un día nevado de abril en el Hospital Saint Joseph de Elgin, Illinois. Su madre, Susana, la describía como un hermoso paquete de amor color rosa y blanco. Fue ambiciosa desde el principio. De bebé, Sam no se molestó en aprender a gatear—simplemente aprendió a caminar. Le encantaba aprender, jugaba voleibol y baloncesto, y fue la valedictorian de su clase en la preparatoria.

Sam amaba intensamente y se preocupaba profundamente por su familia y su comunidad. Durante su infancia, compartió habitación con su hermana menor, Karla, y cada noche se contaban todo sobre su día. Cuando Karla recibió el mismo diagnóstico de meduloblastoma en 2014, Sam organizó una campaña de donación de sangre en su escuela en honor a ella.

“Era una buena persona,” dijo Narcedalia, la hermana mayor de Sam. “Yo la admiraba.”

Sam siempre quiso ser doctora, pero el diagnóstico de Karla solidificó ese sueño. Ingresó a la Universidad de Duke en el 2014 como la primera en su familia en asistir a la universidad, donde fue copresidenta de Mi Gente, la alianza estudiantil Latinx, y fundadora del capítulo de la hermandad Lambda Theta Alpha Latin Sorority, Inc. en Duke. Sam también fue parte del equipo de remo en la universidad.

Buscaba toda oportunidad para retribuir. En el 2019, mientras cursaba su maestría, fue voluntaria en Honduras ayudando a construir sistemas de salud sostenibles en comunidades marginadas. Un año después, creó un canal de YouTube como recurso para aspirantes a médicos como ella, especialmente para jóvenes latinas.

“Era inteligente, hermosa y compasiva,” dijo Cam, el amor de su vida. “Era todo.” Cam y Sam se conocieron en el 2021 y compartieron cuatro años llenos de amor viendo Jeopardy, viajando por el país a festivales de música, y dejando notitas de amor sorpresa en sus escritorios gemelos en casa.

A Sam le diagnosticaron una meduloblastoma en el 2023, durante su último año en la Facultad de Medicina de la Universidad de Carolina del Sur en Greenville.

Aun mientras recibía tratamiento, su determinación nunca se desvaneció. Recaudó fondos para la National Brain Tumor Society y compartió abiertamente su experiencia luchando contra el cáncer en redes sociales. En el 2024, obtuvo su título de médica, cumpliendo su sueño de convertirse en la Dra. Garza.

Sam pasó sus últimos meses jugando mucho Tetris, leyendo todo lo que caía en sus manos y pasando tiempo con Cam y sus mascotas, Dezzy y Buster. Hasta el final, fue optimista y perseverante.

Sus amigos la recuerdan como amable, con un gran espíritu y el alma de cada fiesta. Llena de amor y luz, Sam siempre estaba riendo, bailando y rodeada del color rosa. Con su partida, nos deja lecciones a todos: vivir plenamente la fugacidad de la vida, creer en la bondad humana, y dejar el mundo mejor de como lo encontramos.

En sus 29 años, Sam ya había tocado muchas vidas—y lo sigue haciendo. Su historia ha inspirado a su comunidad a recaudar más de $18,000 para la National Brain Tumor Society en la última semana. Sus expedientes médicos serán compartidos con la Facultad de Medicina de Greenville para ayudar a formar futuros médicos en el tratamiento del meduloblastoma.

Sam quería cambiar el mundo. Y a través de su amor, su vida y el legado que deja, lo ha hecho.

A a celebration of life for Samantha will be held Friday, July 11, 2025 at 4:00 PM at Mackey Funerals and Cremations at Woodlawn Memorial Park, 1 Pine Knoll Drive, Greenville, South Carolina 29609.