Jose Coton

Misas En Memoria de Jose Coton

ST BRENDAN ROMAN CATHOLIC CHURCH

8725 SW 32 St

MIAMI, FL 33165

MIERCOLES, 29 DE JULIO DE 2020 10:30 AM

BLESSED TRINITY ROMAN CATHOLIC CHURCH

4020 CURTISS PARKWAY

MIAMI SPRINGS, FLORIDA 33166

JUEVES 6 DE AGOSTO DEL 2020 11:00 AM

Mi hermano José Cotón nació en el barrio de Almendares en la Habana en el 3 de noviembre del 1943. Siendo el primer hijo de nuestros padres, Guillermina Guitián y José Cotón, tenía que llevar el nombre del padre como era y sigue siendo la costumbre del primogénito. Desde pequeño se destacó como estudiante en la escuela San Antonio de Padua donde ambos asistíamos, y era favorito de los maestros por su dedicación a los estudios. Años después, naci yo, su hermano, Carlos, al cual siempre llamaba así, “mi hermano Carlos” para no confundirme con sus muchos otros hermanos que no había. Siempre me atendió desde un principio y a pesar que todos pensaban que hubiera celos por el nuevo miembro de la familia, nunca fue así.

Su deleite por la música se desarrolla desde joven. Se sabía las letras de cada una de las canciones del incomparable Elvis Presley a nivel de fonética ya que no hablaba ingles cuando eso. Hay múltiples fotos donde imita los movimientos del ídolo, prohibidos en aquel entonces, e imitando el canto de sus canciones. Esta predilección por la música en general y Presley en particular, fueron sus gustos de por vida. Su colección de discos era inigualable y crecia cada mes.

José llega a los Estados Unidos en el 1960 con nuestro padre y el brusco cambio de cultura, la falta de apoyo en esa época por el recién llegado y la necesidad, lo fuerza a dejar los estudios y ponerse a trabajar en lo que fuera para ayudar con los ingresos de la familia. Nuestra madre y yo los seguimos relativamente pronto y agudiza la necesidad de ingreso lo que no lo permite ni siquiera a pensar en los estudios. Aun en los trabajos que se encontraba, no dejaba de usar el cuello de la camisa parado hacia arriba tal como lo usaba Presley.

En los Estados Unidos descubre una inagotable fuente de música popular y de todo tipo. En la ciudad había una cadena de tiendas que se llamaba Jackson Byrons que vendía los discos de 45 revoluciones según el Hit Parade de la revista Billboard. José duplicaba ese conteo en un plywood bien formado donde ponía los primeros números en él y los otros quince en su orden. Este formato cambiaba cada semana, tal como lo hacía Billboard. El día de cobro, las dos compras fijas eran el disco del primer lugar, y algún juguete para su “hermano Carlos.”

Por este tiempo aparece Elisa de nuevo en su vida. En Almendares, vivían bastante cerca y siendo relativamente de la misma edad, Elisa, su hermana Tere y quien después fuese su esposo Rafael, los cuatro primos Ramón, Luis, Roberto y Andrea, y amigos de esa época, como Alfonso, era un grupo de jóvenes bien apegado y casi inseparable. Dada mi edad, yo no era parte de ese grupo ya que no compartíamos mucho.

El núcleo de cubanos de ese entonces se conocía bien. Era increíble en ese tiempo donde no solo que no había la tecnología de hoy día sino que no todos ni tenían teléfonos en sus casas, se sabía la llegada de cualquier cubano y la acogida era tremenda. La familia de Elisa ya había emigrado también y las dos familias viven en el mismo complejo de apartamentos en el corazón de lo que después se convirtió en la pequeña Habana.

En el medioambiente que crecía, también creció un romance. Las familias se mudaron de aquel complejo y se distanciaron físicamente, pero no José y Elisa. Se mantuvieron en contacto y en su romance y decidieron casarse. Dada la edad de Elisa, no podían casarse en el estado de la Florida y tienen que irse a Georgia donde el límite de edad para casarse era inferior. Pese a la confrontación con el viejo y la idea que por la juventud el matrimonio no duraría, cumplen 57 años de esa expedición a Georgia el día 3 de julio de este año.

Al regresar a Miami, tiene la responsabilidad de empezar la vida de familia y continúa su trabajo de entrega de piezas de auto donde subsecuentemente Elisa también trabaja. Vivieron frente al estadio de Miami, luego Bobby Maduro, al lado del rio de Miami, y otros sitios en el área hasta mudarse a Hialeah cerca del establecimiento de reparación de automóviles y gasolinera del padre. Encontró el tiempo para terminar sus estudios en el entonces Miami-Dade Junior College.

Durante todo este tiempo, siguió fomentando su amor a la música y la escritura y lograba unir las dos cuando podía. Se auto enseño a tocar piano y guitarra, volviendo a la familia loca con la interminable practica de “Noche de Ronda”. Su primer reportaje de música surgió en una publicación llamada Miami Teen Magazine que se componía en LaSalle que era mi escuela. En esa revista, Jose tenía un artículo titulado “Here, There and Elviswhere” donde predominaba el tema Elvis pero se extendía a todo tema de música popular. Esta revista se escribía o a mano o a maquinilla de escribir y se distribuía también a mano con ún listado que el ultimo lector tenía que llevar al próximo en la lista cuando terminara con el ejemplar. Curiosamente, sus únicos tres números que imprimíamos para distribuir se hacían en una maquina de mimeografía que era la forma de duplicar en ese entonces, cuyo uso le pedíamos la iglesia de St. Peter and Paul. Esto se pagaba con una donación mensual de $3.00 que era un monto gigantesco, y una cajetilla de cigarrillos Winston que el párroco fumaba al igual que José, un vicio que agarro desde joven. En pocos meses, llego a monopolizar la revista de punta a punta con sus escritos.

De estos inicios como escritor farandulero, continúa como musicólogo y escribe en otras revistas de aquel entonces de publicación de acorde con el número de habitantes en el área. Publico también su propia revista que llego a gran circulación también en su auge. Compuso múltiples canciones, con letra y música, y era miembro de ASCAP, Sociedad Americana de Compositores, Compositores y Publicadores, por sus siglas en ingles. Algunas de sus canciones fueron grabadas por Hugo Enrique, Gustavo Rojas entre otros. Sus canciones están en el catalogo de escritores en la Biblioteca de Congreso de los Estados Unidos en Washington, D.C.

Durante este tiempo comienza a trabajar en múltiples casas de discos. Los discos de plástico de una de tres revoluciones, era el formato en ese entonces y Jose comienza a ser el “Google” antes que este existiera, para búsqueda de cantantes, autores, músicos e intérpretes de aquellos que estaban perdidos en su búsqueda de una canción. Con solo “tararéarle” unas notas, José era capaz de descifrar la canción, identificarla y ayudar a quien la buscaba. Esta hazaña se rego y era a quien acudir cuando se necesitaba saber algo de esta índole. Hasta hace poco, las llamadas de esta índole nunca paraban de llegarle a casa. Llego a tener su propia compañía de venta de discos hasta que el mismo medio empezó de dejar de ser popular siendo reemplazado por cintas de 8 pistas (los 8 tracks) y otros medios más populares

Otro punto de la música que era parte de su vida, era el baile, sobre todo el Rock and Roll. Aun Bill Hayle y sus Cometas, uno de los artistas originales del Rock and Roll no se oía en el tocadiscos, y ya José estaba en la pista con Elisa, que felizmente lo acompañaba en este elemente siendo también una tremenda bailarina. No era solo bailar, sino que también conllevaba un numero de movimientos acrobáticos y gimnásticos que no sé como lo hacían hasta hace poco. De solo pensarlo, a mi me dolían las articulaciones. Y no bailaban solo este genero. Si había música, la bailaban, y lo hacían bien.

Se expande su horizonte de farándula y mi hermano llega a entrevistar a grandes personajes de la canción como Rafael, Roberto Carlos, Jose Jose, Dyango, Julio Iglesias, Lucho Gatica, Olga Guillot, Camilo Sexto, Sandro y muchos mas que incluía todo una gama de cantantes en eventos de importancia en la ciudad cuando la música latinoamericana empieza a imponerse.

Además de la música, hacia caricaturas y pinturas, cartones cómicos y otros temas muy ocurrentes y originales. Mr. Cooper fue un cartón genial el cual era el viejo en miniatura y fue un favorito de mis hijos. Pintaba de pura vista y era detallado en lo que hacía, no teniendo paciencia para otras cosas. Lo último que hizo fue dos posters grandes felicitando a mi hijo Sean por su graduación en junio.

Su familia crece al nacer su hija Elizabeth cuyo nombre lo sabemos por los documentos actuales, ya que siempre ha sido Lizy, en la cual volcó todo su cariño de padre colmándola siempre de su amor y bondad. Era la luz de sus ojos y fruto del matrimonio que anhelaban tener un hijo y les vino. Con ella planeaban vacaciones anuales, festejos y momentos alegres que nunca se olvidaran. Las vacaciones anuales eran planificadas por Elisa con gran lujo de detalle en toda la trayectoria en un tiempo en que la gran tecnología era el Trip Tik de la AAA. Esto era hojas de mapa de papel marcando una ruta principal y una alterna. De ahí Elisa calculaba tramos de manejo y donde nos hospedábamos según el punto importante que visitaríamos. En realidad, el viaje era tan ameno como la atracción a dónde íbamos. El grupo típicamente se componía de Elisa, por supuesto marcando el paso, Jose, Lizy, los viejos (la vieja añorando el regreso tan pronto doblábamos la primera esquina) mi hija Alexandra, Martica y yo.

Pero como mencione, estas vacaciones se marcaban más bien para Lizy y que viera con sus propios ojos la grandeza del país. Los viajes eran siempre largos, incluyendo uno al Canadá con un auto que desde que salimos del condado de Broward se le rompió la bomba de gasolina y teníamos que tener el tanque de combustible lleno a capacidad para que la gravedad impulsara el volumen al carburador. En ese tiempo, una persona atendía la bomba de gasolina y le pedíamos que “llenara el tanque” y a veces con solo .07 centavos se llenaba. El empleado nos miraba como si fuéramos consumidores de alcohol o peor aun drogas. El motor del auto estaba en la parte tracera del carro, ya que era un Volkswagen Combi de nueve pasajeros, y todo el equipaje estaba encima del compartimiento. Teníamos que ponerle combustible directamente al carburador y teníamos que “bajar las maletas, subir las maletas” que fue el tema de Jose en todo el viaje aun después de arreglar el auto. Al fin lo arreglamos y no hubo más incidente pero Jose seguía preguntando a cada rato cuando íbamos a bajar las maletas otra vez. Este tema lo cambio en el camino cuando vio un restaurante que se llamaba “Shane”, al igual que el libro, y a cada rato preguntaba o por las maletas o soltaba un “Shaaaaneeee” de repente que resonaba en todo el auto.

Lizy atribuye su amor por la música y su apreciación a diferentes géneros de música por la enseñanza de su padre, de no solo oir el sonido sino también a escuchar las palabras y lo que se decía en las canciones. Su amor por Elvis vino de escucharlo tocar continuamente en su tocadiscos y ver juntos, probablemente por un millón de veces, todas las películas que Elvis hizo. Recuerda que cuando era niña despertaba los sábados y domingos con el sonido de la música en toda la casa. Recuerda sentarse con él cuando se le ocurrieron nuevas canciones y las tocaba en su guitarra y luego cantarlas juntas.

Lizy recuerda también como se pasaría meses planeando con Elisa las vacaciones por carretera, no para sí mismo, sino porque disfrutaba mucho al ver las reacciones de ella por los lugares que el pensaba le encantaría a ella ver. ¡Y nunca volvió de una de esas vacaciones sin decir que fueron las mejores vacaciones de su vida! Esas vacaciones planeadas le inculcaron el amor por los parques naturales, el oeste, el desierto, la cultura nativa americana e incluso el amor por conducir durante horas de un lugar a otro viendo como el panorama cambiaba a través de la ventana del automóvil.

Recuerda Lizy los dibujos animados de todos sus personajes favoritos de Disney que pintó en las paredes de su habitación, y cuando crecio como adolescente cambió y pintó una pareja de baile que incluía una bola de discoteca famosas en esos tiempos.

Ver películas juntos, especialmente las de horror, para después tener que dormir en el piso de su habitación por el pánico con que quedaba, es en retrospecto otra grata memoria que Lizy tiene de su padre. ... y Elisa por supuesto peleando con ambos sin entender el gusto de dicha secuencia.

A medida que Lizy crecía y Elisa aun trabajaba en tres trabajos, Lizy le cocinaba y aunque tal vez muchas veces la comida no era lo mejor del mundo, ni una sola vez la dejo ni se quejo de la calidad de la cocina ni el menú.

Los dos viajes a Santo Domingo son inolvidables para Lizy por lo bien que lo pasaban. Siempre bailando y riendo, realmente disfrutaba de esos viajes.

Inolvidable para Lizy también es cuando nació Ava, su nieta. Caminaba por el piso del hospital de un lado a otro, asustado y queriendo amarla y abrazarla desde ese día. Pero no fue hasta que llegaron a la casa que al fin pudo creer que todo estaba bien y que ahora era si ya era su nieta y desde entonces el vínculo que crearon fue inquebrantable. Ella era su Pelusita.

José siempre fue un hijo ejemplar cuidando a ambos padres hasta los últimos días de ambos con la ayuda de Elisa. Visitas frecuentes al terminar un arduo día de trabajo era parte de su rutina para asegurar que nada les faltara a ninguno de los dos. Siempre se llevo mejor con el viejo que yo. Ignoraba las malacrianzas del viejo, que era muchas, y así llevaba la fiesta en paz. Dicho sea de paso, mi hermano y yo en la vida tuvimos un disgusto, y eso era 90% por el ya que soy de infinitamente corta mecha. Pero, en retrospectiva, ni tampoco. Jose jamás me hizo nada que yo tuviera que reprocharlo, ni un mal gesto nada que nos trajera un contratiempo, en los momentos más difíciles.

Pero volviendo a los viejos, se pasaba rato hablando con la vieja sobre un millón de temas y a veces hasta resolvían conflictos mundiales con sus charlas. Se entian de una manera increíble como yo nunca lo logre y era admirable esa unión. De tal manera que por osmosis y cariño, eso se extendió a Elisa y eran con la vieja un increíble trio, hasta que llegaba el rompe grupo del viejo, pera hasta a el lo incorporaban al cuarteto. Y otro paréntesis, la palabra cunada no le calza a Elisa. Si bien lo es por ser esposa de mi hermano, es tan apegada a mi y a mi familia como mi hermana y asi la he visto durante mi vida, la esposa de mi hermano pero mi hermana a la vez.

A veces a regañadientes seguía a Elisa en las expediciones de esta pero se conformaba con estar en familia. Siempre estaba rodeado de familias, amigos, conocidos porque siempre tenía una anécdota, un chiste, o una ocurrencia que venía al caso del grupo reunido. Este grupo que no siempre era homogéneo incluía a su cuñada Tere y a su suegra, Rosita, oficialmente conocida por “La Gallega” aun por Homeland Security, dos personajes que atraves de la historia, no se llevan bien por ley. Jose era muy querido por las dos, y se extendía ese cariño a los sobrinos y biz-sobrinos que con el tiempo parecía más interminable el numero: Rafaelito y sus hijos Ariana, Katrina y David, Isabel y su hija Alyssa, Rodolfo y sus hijos Ryan, Rudy y Rhyss. El cariño se extendía a Mayra, Miriam, Susana, Amanda y Jenny, y otra “hermana” extraviada, Mariana, que siempre ha estado atente a todo lo de la familia.

A pesar de su carrera como musicólogo, metido en la farándula, y siempre cuentista en el buen sentido, José era más bien callado en sus temas personales. No se quejada de sus dolencias y las molestias se las reservaba. Elisa tenía que actuar como dentista para poder sacarle a veces si algo le pasaba. La visita a un medico llevaba ardua labor para convencerlo y llevarlo y nunca era agradable. Pero tenía un sentido de convicción increíble y admirable. Cuando al fin comprendió el veneno de los cigarrillos, aquellos con los cuales le pagaba al sacerdote para usar la máquina de mimeógrafo para la revista, y en parte por el fallecimiento de nuestro padre por ese vicio, los dejo terminantemente de un día para otro.

A Jose le gustaban los niños en general más que a mí. Yo los quiero, los tolero, pero hasta un punto. Sin embargo, José le dedicaba más tiempo y jugaba mas con cualquier niño. Esto era evidente con su hija y con los míos. Con Alexandra se pasaba rato haciéndose que filmaban o un documental o una presentación de teatro o cualquier locura y la uniformaba hasta con micrófono, audífonos y todo un equipo. Alexandra le pedía que la presentara como la artista “tal” y el hacia como que se le olvidaba y mencionaba otro nombre hasta que Alexandra ya ni quería seguir jugando. Con mis hijos fue genial nombrándolos Pachuquito 1 y Pachuquito 2 por orden de llegada. Por supuesto, los nombres que el quería que le pusiera a uno de los dos era “Melo” para que se llamara Melo Coton.

Los mejores recuerdos de los muchachos de su Tio Padrino son recuerdos de la infancia. En los ratos que pasaban en su casa, él siempre tenía algo que hacer, ya era presentarles todo tipo de películas y héroes, incluso hasta entretenerlos con un superhéroe de su propia creación, el Super Cooper. A Sean le encantaba imitar su eslogan "Ah Bueno" cuando era más joven, incluso buscaba excusas para decirlo. Sean lo veía como su imagen de abuelo de este lado de la familia. Su cara, decía Sean, era de un abuelo benévolo. En kindergarten, cuando le pidieron que dibujara a un abuelo por el día de los abuelos, fue la silueta de su tío padrino la que le vino en mente. Nunca hubo un momento aburrido con él desde el principio de las visitas. Ambos están muy consientes que tanto él como Tía Elisa siempre asistieron a cualquier tipo de evento que tenían. Sean se entristece al pensar que el día que paso para tomas sus fotos de graduación seria la ultima vez que lo viera.

David, siendo mayor que Sean, se acuerda de más cosas y el impacto fue mas grande. David se recuerda que de el mencionar una película, un tema, lo que fuera, en la próxima visita su Tio Padrino le tenía esa película y dos más que tal vez nadie ni sabía de su existencia. David le atribuye a el su inspiración de dibujar, de gustarle películas y el género de vaqueros y el oeste y de otros gustos que ambos compartían. David admiraba también la relación de sus tios de tanto tiempo y reconocía que no era típico el tiempo que cumplían de casados. También notaba el cariño que se tenían y que no había una palabra de enojo entre los dos, al menos en público. Con su, “Ah Bueno” todo estaba resuelto. David jamás se olvidara que fue por tia Elisa y su Tio Padrino que fue a su primer concierto y era el nada más y nada menos que Paul McCartney.

David recuerdo que salía con ellos de vacaciones a menudo, a cuanto parque había en Orlando y hasta a un crucero donde se enfrento por primera vez con manta rayas y no estaba ni seguro si se estaba divirtiendo o no. Su tio le dio videos de estas vacaciones y curiosamente nota David que el no aparece en muchas ya que era el camarógrafo.

Ambos se entristecen al pensar lo remoto que fueron los últimos saludos cuando los visitamos por la graduación de Sean. Hubo la requerida distancia social y las mascarillas y demás pero el cariño era obvio. Y Jose le había hecho unas pancartas inmensas de felicitación a Sean.

Hasta ahí llega el ciclo con alegría y no hay que ir mas lejos y terminar aquí. Y todos estos recuerdos que tenemos de Jose es lo que nos llevamos de el. Todo lo positivo de su ser, de su estar la mayoría de las veces de buen humor, con algo para compartir del gusto de quien lo acompañaba es lo que tenemos que recordar. Y terminamos con esto:

Jose

6/29/2020

Jose, hombre de bien,

te fuiste de este mundo

al cumplir tu misión y dejaste un semillero

de todas las acciones buenas que hacías,

y una familia firme.

Una esposa, una hija, una nieta quienes velaban por ti,

Y un sinfín de otros familiares y amigos que te quieren

Incansablemente.

Dios consideró que la misión encomendada

en la Tierra ya fue cumplida, y te llamó a su reino.

No es nada fácil, mi hermano,

las cosas llegan y se van,

no hay nada infinito,

solo Dios es infinito,

los actos se cumplen,

el tiempo transcurre,

nadie lo detiene,

Dios nos da la vida,

nos concede la gracia del nacer,

nos llama a su reino de luz

y se cierra el ciclo.

Lo entendemos, es obvio, pero no deja de doler.

Oh, Padre celestial,

tú eres el único consuelo

en las horas eternas del dolor.

Te pedimos Señor, con mucha humildad

por el alma de Jose quien en vida fue mi hermano, mi amigo,

Concédele a mi hermano el gozo del eterno

descanso en el seno de tu infinito amor.

Amén.