Ingrid era una mujer increíble con un corazón lleno de compasión. Se dedicó a un proyecto que tenía como objetivo identificar el gen responsable del síndrome de Rett, trabajando incansablemente junto al Baylor College of Medicine. Su mayor deseo era ayudar a sus amigos a encontrar una cura. A pesar de sus propios desafíos, se graduó de la escuela secundaria con el apoyo inquebrantable de su amada madre, quien estuvo a su lado durante las sesiones de terapia. Ingrid encontró alegría en momentos simples, como plantar semillas con su mamá y escucharla decir “buenos días princesa” mientras abría las cortinas para revelar la belleza del día.
Convertirse en ciudadana y que el presidente Barack Obama le diera la bienvenida a Estados Unidos también fue algo de lo que estaba muy orgullosa. También participó en El Juguetón de Telemundo lo que le permitió hacerse muy amiga de Antonio Hernández, quien fue el organizador de ese proyecto durante 12 años. También formó parte de AMSIF Houston, Living Hope Association International Rett Syndrome Association, Fundación AVE, Rettos de Amor y Payasos Latinos de Texas.
A lo largo de su vida, recibió un merecido reconocimiento por sus contribuciones, pero su logro más notable fue su batalla de 35 años contra el síndrome de Rett, que le valió el título de "La gran princesa de los dulces" e impactó positivamente a muchas otras personas. Gente con discapacidades. En su tiempo libre, a Ingrid le encantaba escuchar Cumbias Barney, Fito Olivares con su mamá y Alabanzas a Cristo, y le gustaba bailar, disfrutar de la música, dar paseos en auto y visitar el centro comercial. También disfrutaba ir a la piscina con Mathew, estar con su familia, que Daniel tocara la guitarra y disfrutar de la compañía que le brindaba su mamá mientras iba a terapia y cuidaba de ella. También le gustaba salir a comer después de ir a la iglesia. Sus colores favoritos, incluidos el rosa, el azul, el rojo, el violeta, el blanco, el morado y el amarillo, reflejaban su espíritu vibrante y siempre abrazaba a la princesa que llevaba dentro. Además, Ingrid encontró satisfacción actuando en el escenario con payasos y asistiendo a grupos de apoyo durante más de 33 años, lo que demuestra su inquebrantable dedicación a marcar una diferencia en las vidas de los demás.
"Gracias a mi mami por crear e inventar esos maravillosos personajes tan lindos "La Payasita Roxye y La Gran Princesita Caramelo" que alegraron mi vida desde 1993 en mi salon de clases. Defendiendo los derechos de las personas con discapacidad Y sus familias. Soy muy feliz de ser ese personaje me dio mucha alegría y mucho orgullo, Gracias a todos por su Cariño y amor pero mas gracias a mi mami que hizo y dio todo por mi, La amo muchisimo y no la quiero triste porque yo ya estoy en lugar muy lindo con nuestro Padre Celestial.
"Agradecida con mi madre, ella me cuido con mucho amor y dedicación. Siempre rehabilito y me defendió como una leona de un sistema corrompido y busco lo mejor para mi y me protegió de gente malla, Ella es mi Heroe. La amo y la bendigo y le doy de mi sonrisa Eterna para que no este triste.nunca mas. Ella es el der mas maravilloso del mundo claro después de Dios. "
