Ruth Soledad Balladares

Ruth Soledad Balladares, una gran madre que Dios se llevó muy pronto, pero que ahora está con él. Hija de Edmundo y Dolores Balladares. Madre de Eileen Blanco, Ruthy Valdez, y Jose Martin Rodriguez. Demasiado joven en espíritu y edad, que hasta sus nietos la conocen como Mami Ruth, en vez de abuela. Una valiente y fuerte alma de dios, perdió a su primera hija durante el parto y estuvo en coma. Pero, Dios le dio la gracia y la fuerza para vivir y traer a sus otros hijos a este mundo. Sobrevivió a una guerra y un devastador terremoto en Nicaragua y todavía tuvo la fuerza para emigrar a los Estados Unidos y brindarle una mejor vida a sus hijos. Ella era alguien que oraba por todos sus seres queridos todas las noches y una gran devota de San Judas Tadeo. Fue una excelente y amorosa hija, madre, hermana, y esposa. La recordamos por su sinceridad, franqueza, y amor a la vida. Le gustaba cantar y bailar las canciones de Rocio Durcal y Paquita del Barrio. Sus bromas y alegría siempre fueron contagiosas, pero en los momentos difíciles, todos sabíamos que podíamos contar en ella. Lo más importante para mi mamá siempre fue la familia, que hasta en el último momento de su vida, logró reunir a todos sus seres queridos antes de despedirse de este mundo. Le damos gracias a nuestros Dios por habernos prestado una gran madre aun por muy poco tiempo. Su gran amor, esfuerzo, y determinación nos ayudó a convertirnos en las personas que somos hoy. Con gran tristeza nos despedimos hoy pero nos consolamos en saber que un dia seremos reunidos juntos a lado de nuestro Padre, Dios el Señor.