Yaya fue una mujer fuerte, alegre y profundamente dedicada a su familia. Amante de la música y del cine clásico mexicano, disfrutaba enormemente viendo películas de Sara García, Pedro Infante y otros íconos junto a sus hijas. Su hogar siempre estuvo lleno de aromas deliciosos, pues cocinar para sus seres queridos era una de sus mayores alegrías. También le encantaba salir a pasear, especialmente cuando la salida incluía disfrutar de una buena comida —algo a lo que Yaya nunca decía que no.
Era una mujer devota de su fe católica, amante de las aves y de los viajes. Compartió con su amado esposo hermosos recorridos por Europa e Israel, y siempre estaba lista para una aventura en carretera.
Yaya deja un legado de amor y fortaleza. Le sobreviven sus hijas Sandra Luz Guzmán y Rosa Linda Winston, así como sus 7 nietos y 9 bisnietos, quienes la recordarán con profundo cariño.
La precedieron en muerte sus hijos Martha Alicia Félix, Jesús David Rocha y Gabriela Rocha, a quien también se despidió con gran tristeza este mismo mes.
La familia y los amigos extrañarán inmensamente su risa, su compañía cálida y su espíritu inquebrantable.
Descanse en paz, querida Yaya. Su memoria vivirá para siempre en los corazones de quienes la amaron.