“Querido esposo siempre vas a estar en mi corazón y en el de tus hijos. Te amaremos siempre. Gracias por todos los momentos buenos que pasamos juntos. Que el Espíritu Santo te abrace y te bendiga”
SALMO 91
Pues a mí se acogió, lo libraré “Si me invoca, yo lo responderé y en la angustia estaré con el, lo salvaré, le rendiré honores. Alargaré sus días como lo desea y haré que pueda ver mi salvación”