

Celia fue madre amorosa de tres hijos: Lucía, Dora y Zenón. Fue una abuela orgullosa de 7 nietos y 10 bisnietos, a quienes siempre les ofreció su amor incondicional y sabiduría.
Durante más de 60 años, Celia destacó como una habilidosa modista, desempeñándose con dedicación y talento en su oficio. En octubre de 1974, fue bautizada como Testigo de Jehová, lo que marcó el inicio de su incansable labor en la enseñanza de las promesas de Dios. Su mayor gozo fue compartir la esperanza de la resurrección y la promesa de un futuro paraíso, donde esperamos reencontrarnos con nuestros seres queridos.
Celia deja un legado de fe, amor y servicio a su familia y a su comunidad. Le sobreviven sus hijas Lucía y Dora, su hijo Zenón, sus nietas Viviana, Jael y Marisol, así como sus nietos Marcos, Roberto, Osbaldo y Oziel. También le sobreviven sus bisnietas y bisnietos: Gabriela, Marko, Grecia, Andrea, Jared, Nylah, Nayleen, Jaziel, Preston y Robin.
Precedieron a Celia en su partida: su madre, Natividad Ruiz, su padre, Agustín Ramírez, y sus hermanos y hermanas: Francisca, Rosa, Amelia, Irma, Desiderio, Reynaldo, Amado, Vicente y Teófilo.
Celia será recordada por su amor a la familia, su dedicación a su fe y su generosidad. Que su memoria siga viva en todos los que tuvieron el privilegio de conocerla.
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