Rosa Marina Peraza Palacios

1957 – 2025

On October 25, 2025, our beloved Rosa Marina Peraza Palacios, 68, was called home to be with the Lord. She passed at her home in California.

Born in Santa Ana, El Salvador, Marina built a life filled with purpose, generosity, and grace. She later made California her home, where her warmth and charisma touched countless lives. Intelligent, fun, and effortlessly elegant, Marina had a presence that could light up any room. She carried herself with strength and kindness, always giving more than she received and inspiring others to do the same.

A true woman of faith, Marina lived her life guided by her Christian values and her unwavering belief in compassion and community. She was a beacon to her family members and to many women—offering wisdom, encouragement, and love without hesitation. Whether through her philanthropy, her thoughtful words, or her joyful spirit, she left an indelible mark on everyone who had the blessing of knowing her.

She loved fashion, shopping, and staying on top of trends—always with her signature poise and radiant smile. Yet beyond her outer beauty was a soul even more captivating: loving, caring, and endlessly giving. Marina had a heart for helping others, always extending her hand to those in need, reflecting the love of Christ in all she did.

Marina is survived by her devoted husband, her cherished son and daughter-in-law, her precious grandchildren, and her adored great-grandchildren. She also leaves behind beloved siblings, nieces, nephews, and countless friends who became family through her love. Each one carries a piece of her heart and the lessons she so gracefully imparted.

Though our hearts are heavy with her absence, we find peace in knowing that Marina now rests in the arms of her Savior. Her faith was her compass, and we rejoice that she has entered her eternal home, where there is no pain—only everlasting light and love.

Her life was a blessing, her memory a treasure, and her legacy a testament to faith, family, and the beauty of a life well lived.

“I have fought the good fight, I have finished the race, I have kept the faith.”

‭‭II Timothy‬ ‭4‬:‭7‬ ‭NKJV‬‬

Here is the Spanish version:

En Amorosa Memoria de Rosa Marina Peraza Palacios

1957 – 2025

El 25 de octubre de 2025, nuestra amada Rosa Marina Peraza Palacios, de 68 años, fue llamada a su hogar eterno para estar con el Señor. Partió en paz en su hogar en California.

Nacida en Santa Ana, El Salvador, Marina construyó una vida llena de propósito, generosidad y gracia. Más tarde hizo de California su hogar, donde su calidez y carisma tocaron innumerables vidas. Inteligente, alegre y de elegancia natural, Marina tenía una presencia que iluminaba cualquier lugar. Se conducía con fortaleza y bondad, siempre dando más de lo que recibía e inspirando a los demás a hacer lo mismo.

Mujer de verdadera fe, Marina vivió guiada por sus valores cristianos y su inquebrantable creencia en la compasión y la comunidad. Fue un faro para su familia y para muchas mujeres, ofreciendo sabiduría, aliento y amor sin reservas. Ya fuera a través de su filantropía, sus palabras llenas de ternura o su espíritu alegre, dejó una huella imborrable en todos los que tuvieron la bendición de conocerla.

Amaba la moda, las compras y mantenerse al día con las tendencias—siempre con su elegancia característica y su sonrisa radiante. Pero más allá de su belleza exterior, tenía un alma aún más cautivadora: amorosa, atenta y generosa sin límites. Marina tenía un corazón dispuesto a ayudar a los demás, siempre extendiendo su mano a quien lo necesitara, reflejando el amor de Cristo en todo lo que hacía.

Marina deja en este mundo a su devoto esposo, a su querido hijo y nuera, a sus preciosos nietos y a sus adorados bisnietos. También deja a sus amados hermanos, sobrinos, sobrinas y a incontables amigos que se convirtieron en familia gracias a su amor. Cada uno de ellos lleva consigo un pedacito de su corazón y las lecciones que ella impartió con tanta gracia.

Aunque nuestros corazones están dolidos por su partida, encontramos paz al saber que Marina descansa ahora en los brazos de su Salvador. Su fe fue su guía, y nos regocijamos al saber que ha entrado en su hogar eterno, donde no hay dolor—solo luz y amor eternos.

Su vida fue una bendición, su memoria un tesoro y su legado un testimonio de fe, familia y de la belleza de una vida bien vivida.

“He peleado la buena batalla, he terminado la carrera, me he mantenido en la fe.”

‭‭2 Timoteo‬ ‭4‬:‭7‬ ‭NVI‬‬