Nelida Quintero Rodriguez

Con el corazón lleno de pesar, la familia anuncia la partida de Nélida Quintero Rodríguez, quien falleció el 16 de noviembre de 2025, a los 88 años. Nélida nació el 2 de febrero de 1937 en Camagüey, Cuba, y desde muy joven supo llenar el mundo de quienes la rodeaban con una ternura, fortaleza y generosidad que la acompañaron toda su vida.

Dedicó muchos años a su labor como auxiliar pedagógica, donde no solo enseñó, sino que tocó vidas con una paciencia infinita y un amor sincero. Quienes la conocieron saben que su vocación iba más allá del trabajo: era un corazón en servicio permanente a los demás.

Nélida fue la esposa de Rogelio Morell Fernández, con quien compartió una vida de amor, respeto y entrega hasta su fallecimiento el 23 de enero de 1996. Juntos formaron una familia que siempre fue el orgullo más grande de Nélida. Hoy la sobreviven sus tres hijos, Eneida, Osvaldo y Edenia, seis nietos y ocho bisnietos, cada uno llevando consigo la herencia de su amor.

Además de ser una madre y abuela excepcional, Nélida fue una hija ejemplar. Cuidó con dedicación, paciencia y un amor inmenso a sus padres, Aquilina y Juan, acompañándolos con devoción hasta sus últimos momentos. También fue una hermana profundamente unida y entregada a sus hermanos, Noel y Nelson, para quienes siempre tuvo un consejo, un gesto de apoyo o una palabra de cariño. Su familia fue, sin duda, el centro más puro de su vida.

Nélida será recordada por su bondad inagotable, su manera de dar sin esperar nada a cambio, su alegría al ver reunidos a los suyos y su capacidad única de hacer sentir amados a quienes la rodeaban. Amó profundamente, y fue profundamente amada.

Su presencia seguirá viva en cada recuerdo, en cada enseñanza transmitida, en cada gesto de amor que dejó sembrado en su familia y en todos los que tuvieron el privilegio de conocerla. Su luz, esa que supo alumbrar incluso en los días difíciles, continuará brillando en los corazones de quienes hoy lloran su partida, pero también celebran su vida.

Que su memoria sea bendición, consuelo y guía para todos los que la amaron. “