Virginia “Vicky” Perea, de 63 años, de Lowell, AR, falleció la mañana del sábado 28 de junio. Virginia nació el 2 de mayo de 1962 en Chihuahua, Chihuahua, México, hija de Jesús Natividad López y María del Socorro Marrufo.
Le sobreviven su esposo de 30 años, José Luis Perea; su hijo, Hans Alejandro López; su hija, Jeniffer Louise Perea López; sus tres nietos, Hans Alexander López Martínez, Sebastián Oziah Perea y Kataleya Cinai López; sus cinco hermanas, Gloria López Marrufo, Lucy López Marrufo, Griselda López Marrufo, Zulema López Marrufo y Rossana López Marrufo; su hermano, Jesús Vicente López Marrufo; y sus padres.
Virginia trabajó en Rockline Industries por más de 25 años. Como técnica de muestras, se enorgullecía de su trabajo y siempre daba lo mejor de sí. Debido a la naturaleza de su puesto, con frecuencia regalaba cajas de toallitas húmedas a futuros padres —ya fueran amigos, familiares o desconocidos— como un acto de generosidad que reflejaba su espíritu solidario.
Su profunda fe en Dios guiaba su vida diaria, y siempre buscaba la manera de apoyar a su iglesia y a su comunidad. El legado de Virginia vive en el amor y la bondad que compartió con todos los que la rodeaban. Se sentía inmensamente orgullosa de ser una madre y abuela dedicada, y siempre puso a su familia en el centro de su vida.
La resiliencia silenciosa y el espíritu inquebrantable de Virginia eran evidentes para todos los que la conocieron. Aunque la vida le presentó muchos desafíos, los enfrentó con una fortaleza y una gracia admirables. Nunca se quejó, y su capacidad para sobrellevar sus cargas mientras seguía ofreciendo amor, esperanza y apoyo a los demás dejó una huella imborrable.
Aunque ya no está físicamente con nosotros, su fe, fortaleza y amor incondicional permanecerán por siempre en nuestros corazones. Nos consuela saber que descansa en los brazos del Señor, y que su espíritu vivirá en la familia que tanto amó.
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