Bastian Benavides

Basti was a force of nature, always wild, always living every moment at its fullest.

He enjoyed every meal, every drink, every toy, everything. I remember that he liked to smell the food before he took a bite.

He love his home, it was his safe place, always dancing and running, he loved playing with Nico and Mandy, he always waited for Nico to come home and go to the trampoline in the backyard.He loved going to the little secret hideouts Amanda created in her room.

He loved to run to Mommy's arms and looked at her with his eyes wide open full of love, he clench his jaw and kiss mom with all his strength and make the most cute mmmmm noise you could hear.

He loved babys, whenever he went and saw a baby he wanted to hold him, and kiss him. He would look at us and say, gentle, gentle.

He loved to play videogames with me in my office, he loved playing with Mom's reading glasses.

He was starting to copy our manners, when we walked in the park he looked at people and told them "Hey, how's it going" because that is how i usually greeted everyone.

He was loved by their grandparents and uncles and aunts and cousins and all our San Antonio family that watched him grown since he was 2 years old.

You could hear him with his little sweet tender voice, " Hola Mau, tu abuelo, tu abuela, tiaaaa Grecia, Moster Checo, Buenos días he use to tell the patrols at the school crossing" and numerous little quotes he had.

Basti my darling boy, your essence, your voice, your sweet smell, your laugh your love will live through everyone that crossed path with you.

Basti, I hope whenever you are feels like home. Fells like our living room, I hope you feel like when you felt asleep between Mom and Dad.

I hope you are warm and happy.

We will love you always.

Always.

"I wanna go home, you're home"

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Nuestro amado niño falleció el 27 de noviembre de 2025. Le sobreviven sus padres Evelyn y Demo, y sus dos hermanos, Nico y Amanda.

Basti fue una fuerza de la naturaleza, siempre salvaje, siempre viviendo cada momento al máximo.

Disfrutaba cada comida, cada bebida, cada juguete, todo. Recuerdo que le gustaba oler la comida antes de darle la primera mordida.

Amaba su hogar; era su lugar seguro. Siempre bailando y corriendo, le encantaba jugar con Nico y Mandy. Siempre esperaba a que Nico llegara a casa para ir al trampolín en el patio. Le encantaba ir a los pequeños escondites secretos que Amanda creaba en su cuarto.

Le encantaba correr hacia los brazos de Mamá y mirarla con los ojos bien abiertos, llenos de amor. Apretaba la mandíbula y le daba un beso con toda su fuerza, haciendo el sonido más tierno “mmmm” que uno pudiera escuchar.

Le encantaban los bebés; donde fuera que veía uno, quería cargarlo y besarlo. Nos miraba y decía: “gentil, gentil”.

Le encantaba jugar videojuegos conmigo en mi oficina, y también jugar con los lentes de lectura de Mamá.

Estaba empezando a copiar nuestros modales. Cuando caminábamos en el parque, miraba a las personas y les decía: “Hey, how’s it going?”, porque así es como yo suelo saludar a todos.

Era amado por sus abuelos, tíos, tías, primos, amigos y por toda nuestra familia de San Antonio, que lo vio crecer desde que tenía 2 años.

Podías escucharlo con su vocecita dulce y tierna decir: “Hola Mau, tu abuelo, tu abuela, tiaaaa Grecia, Monster Checo, Buenos días”, así saludaba también a los guardias del cruce escolar, y muchas otras frases y palabras que seguramente recuerdan de Basti, perdoneme por no poner todas.

Basti, mi amado niño, tu esencia, tu voz, tu dulce aroma, tu risa, tu amor vivirán en cada persona que cruzó camino contigo.

Basti, espero que donde quiera que estés, se sienta como en casa. Que se sienta como nuestra sala. Espero que se sienta como cuando te dormías entre Mamá y Papá.

Espero que estés calientito y feliz.

Siempre te amaremos.

Siempre.

“Quiero ir a casa — ya estás en casa.”