Residente de Carolina, Puerto Rico, María Virgen será recordada por su naturaleza bondadosa y su sabiduría que inspiró a quienes la conocieron. Su vida estuvo marcada por una gran capacidad de resiliencia y un espíritu aventurero que la llevó a vivir cada momento con intensidad y propósito.
María Virgen deja un legado de amor y generosidad que perdurará en los corazones de todos aquellos que tuvieron el privilegio de conocerla.