José L. Torres Betancourt

Empezó su vida trabajando desde muy joven, luego de haber perdido a su madre, quien murió de parto y de no haber tenido un padre que se preocupara mucho por él. Su abuelita "Irene", a la que él adoraba, lo crió y lo cuidó hasta que ella murió. Historias de cómo él siempre estuvo al cuidado de su abuelita; Trabajaba y le daba siempre la mitad de su sueldo. De su mitad, guardaba siempre dinero en una alcancía que él tenía, la cual al final de cada mes abría y dividía en dos partes iguales, una para sus gastos y la otra mitad para "abuelita Irene"...

Toda su vida dió y compartió lo poco que tenía. Recuerdo cuando llegaba la Navidad y llegaba a casa con el dinero del "bono navideño". Entraba a su cuarto, ponía el dinero sobre la cama y empezaba a repartirlo. Empezaba con mami y terminaba con Arturo. Pagaba un año anticipado la renta de la casa. Todos los recibos tenían que ser pagados al otro día de haber llegado el dinero de "hacer la compra" para tener comida para la semana, era lo primero que sacaba de su sueldo semanal.

El no era un hombre moderno, con cuentas en el banco y cuadrar chequeras, pero llevaba el cálculo de cada gasto a precisión y era excelente en matemáticas, a pesar de sus cortos años de estudio.

Recuerdo el olor a tabaco, la brillantina "Alka" que no podía faltarle, las carreras de caballos y muy en especial, el juego de "dominó" "en el que era excelente", estas fueron algunas de las que le encantaba disfrutar cada vez que podía.

Su "forma y estilo" de bailar, tan particular; recoger cada hojita que encontrara en el patio, sus famosos chistes como el "la hormiga y el elefante" que repetía una y otra vez, como si fuera la primera vez que lo contara.... son otras de las cosas que difícilmente olvidaremos.

Hoy no te decimos adiós...

Hoy le damos "gracias" a Dios por haberte elegido para ser nuestro padre. No pudo darnos uno mejor.

En nuestra Fe, sabemos que hoy descansa tu espíritu junto a nuestro Padre celestial.

Que brilla una estrella más en el cielo, que nos seguirás cuidando como tan excelentemente lo hiciste toda tuvida...

"Gracias papito", extrañaremos por el resto de nuestras vidas tu presencia "física" porque tú siempre vivirás en nuestros corazones.

Tu hija...

Sylvia

Así tu legado divulgará siempre nuestra descendencia:

José L. Torres Betancourt

casado con Sylvia Fernández Carrillo

Procrearon a:

1. José L. Torres Fernández

casado con Julia M. Cuadrado Salamanca

2. Jorge L. Torres Fernández

casado con Katherine Torres

3. Alexis L. Torres Fernández

casado con Nitza Quiñones Irizarry

4. Wilfredo L. Torres Fernández (fallecido 6/1997)

casado con Iris N. Arroyo

5. Sylvia S. Torres Fernández

6. Arturo L. Torres Fernández

casado con Rosa Irene Ramírez Rivera

De esta descendencia y en el mismo orden continuarán el legado tus nietos...

1. Karis Torres

Yaira M. Torres

José L. Torres (fallecido 4/12/2001)

2. Pamela M. Torres

Jorge David Torres

3. Alexis L. Torres

4. Pedro L. Torres (casado con Keila Galán)

5. No descedientes

6. Jonathan L. Torres

Valeria M. Torres

José R. Torres

Y éstos han asegurado este legado con tu bisnieto

4. Bryan L. Torres

Conforman esta descendencia 6 hijos, 10 nietos y un bisnieto; y créanme, seguiremos este ciclo de vida hasta que el "Altísimo" así lo permita.

¡Nos vemos pronto!

Familia Torres