

La familia de María Juana Hernández comparte, con gran pesar y profundo amor, la noticia de su fallecimiento. Conocer a María Juana era conocer la alegría. Su risa era contagiosa, su sonrisa inquebrantable y su espíritu infinitamente generoso. Le encantaba cantar—su voz a menudo llenaba su hogar de calidez—y abrazaba la vida con una felicidad que elevaba a todos a su alrededor. Ya fuera en una reunión familiar, acompañando a sus amigos en una fiesta o simplemente saliendo a disfrutar del día, María Juana llevaba dentro de sí una luz que hacía especial cada momento.
La familia era el corazón de su mundo. Como madre, lo entregó todo: su fortaleza, su guía y su amor incondicional. Crió a sus hijos con paciencia y orgullo, siempre poniendo su bienestar por encima del propio. Su compasión se extendía a todos los seres vivos; quería entrañablemente a sus perros, cuidaba con cariño sus plantas y creó un hogar lleno de comodidad, vida y ternura.
María Juana deja un legado de amor y unidad. Le sobreviven sus hijos: Juan M. Hernández (Gloria), Víctor Hernández (Ernestina), Rosa Zamora, Jaime E. Hernández, Jorge A. Hernández y Daniel R. Hernández (Araceli). Su memoria seguirá viva a través de sus numerosos nietos y bisnietos, a quienes apreciaba profundamente. También le sobreviven sus queridas hermanas Brígida, Rachel y Guadalupe, con quienes compartió lazos de afecto y fortaleza durante toda la vida.
La preceden en muerte su devoto esposo, Silvestre Hernández; sus hijos Armando S. Hernández y José A. Hernández; y sus hermanos Ambrosio Rodríguez, Maria Elena y María de Jesús Rodríguez. Aunque se han marchado antes que ella, nos consuela saber que hoy se encuentran reunidos en paz.
La vida de María Juana fue un hermoso testimonio de alegría, resiliencia y el poder del amor. Deja una familia eternamente agradecida por su presencia, sus enseñanzas y su inquebrantable entrega. Su recuerdo permanecerá siempre en nuestros corazones, guiándonos con suavidad—como siempre lo hizo.
La velación de María se llevará a cabo el jueves 20 de noviembre de 2025 de 1 p.m. a 9 p.m., con un rosario a las 7 p.m., en Funeraria Del Angel Highland, 6705 N. FM 88, Weslaco, TX 78596. La Misa Funeral tendrá lugar el viernes 21 de noviembre de 2025 en la iglesia católica St. Pius en Weslaco, TX, a la 1 p.m., seguida del sepelio.
Que su alma descanse en paz eterna y que su luz continúe brillando en todos los que la amaron.
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