

María Guadalupe Valdivia nació en la Villita, Zacatecas el 10 de enero de 1922. Vivió en San Martín de Bolaños, Apulco, Nochistlan y Tijuana. El 31 de octubre de1957, la familia se traslado a los E.E.U.U. a Santa Paula, California. En junio, 1958 se cambió a Chula Vista, California en donde la familia todavia vive hasta el presente día.
Sus papás fueron Arcadio Jauregui y Bartola Durán. A los 13 años fallecio su mamá. Con el tiempo su papá se casó con Rafaela Aguirre, quien le enseño a leer y escribir. Sus hermanos fueron, Manuel, María de Jesús, Francisca y Refugio. A ella le decian Lupita. Ella fue la menor y la última sobreviviente de sus hermanos.
Se casó a los 22 años el 4 de julio de 1944 con Hilario Gomez Valdivia. Fueron a su “luna de miel” a Xochimilco, D.F. Tuvo 5 hijos en Mexico y 7 en Chula Vista, California. Sus hijos incluyen: +Julian, +Leovijildo, Guillermo, José Asunción, Arturo, José Luis, María del Carmen, Moises, Fabián Sebastián, Delia Paula, Roberto, Maria y Guadalupe Amelia. 1969 fue un año inolvidable porque los dos celebraron sus Bodas de Platas, Uno de sus sueños que se le realizó fue viajar con nuestro papá a Roma y a Tierra Santa. En 1994 celebraron sus Bodas de Oro acompañados de sus 12 hijos. Tambien fue bendecida con 27 nietos y 19 bisnietos. De todo Corazon estamos agradecidos porque tenemos un Dios bondadoso que le dió un marido maravilloso, trabajador y enamorado de Jesús. Hasta la muerte se amaron como Dios quiere y éste fue el mejor regalo que dejaron para todos sus hijos.
En diciembre 8, 1998 murió su esposo. Por 16 años, ella vivió su vida siendo mamá y papá. Su meta principal fue ver crecer a sus hijos, nietos y bisnietos. Ella fue una mama maravillosa, porque siempre puso a sus hijos primero. Ella fue un gran modelo de fé para todos.
En 2002, ella y su hijo Guillermo fueron a visitiar a su cuñada Jacinta Rodriguez en Apulco, Zacatecas porque estaba muy grave y la vieron antes de fallecer. También se le consedió ver a su cuñada Lupe Jauregui, que falleció una semana después.
Ma. Guadalupe fue una mujer muy humilde y reservada. Su passión fue cocinar comida sabrosa para sus hijos e hacía los mejores “frijoles refritos” en todo el mundo y las mejores gorditas con mantequjilla y pepena. De sus árboles frutales, cada año hacía cajeta de membrillo. Sus otros talentos fueron cuidar y crecer plantas en su jardín y tener animalitos de rancho, como gallinas, gallos, puercos, patos, ganzos y tuvo más de 60 palomitas.
Se le venía la nostalgia cuando escuchaba o cantava “El Piojo y la Pulga,” y bailando la “Barsobiana.” Cuando descansaba le gustaba ver películas de la naturaleza.
Ella fue Guadalupana, y vivió uno de los primeros Cursillos para mujeres. Acompañaba a mi papá a los Aniversarios de la Adoración Nocturna en Tijuana, Tecate, Ensenada, Mexicali, San Luis Río Colorado y los Angeles. Le gustaba mucho rezar y estar cercas de Dios.
En 2005, sufrió dos caidas y desde entonces se fue decayendo su salud. Tubo dificultad caminando y estubo 9 años en silla de ruedas. Ella nunca se quejaba de ningún dolor y vivía día a día, con alegría.
¡La vamos a estrañar mucho Mamacita! Como dice la canción, “Vaya con Dios mi vida, vaya con Dios mi amor.” Siempre la recordaremos y la tendremos en nuestra mente y corazón. Nuestra vida ha cambiado porque ya nó la vamos a ver, pero sí va a estar siempre cercas de nosotros, hasta que nos encontremos todos juntos, viviendo otra vez como familia cara a cara en el cielo.
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v.1.18.0