Maria Inez (Luis) Hernandez

María Inez (Luis) Hernández, de 96 años, de Lufkin, Texas, falleció pacíficamente el 13 de diciembre de 2025, rodeada del amor de su familia. Nació el 9 de junio de 1929 en México, hija de María Ávila y Abelino Luis Ramos.

María contrajo matrimonio con el amor de su vida, José Hernández, con quien compartió 64 bendecidos años de matrimonio. Juntos construyeron una familia arraigada en la fe, el amor y la devoción. Ama de casa de toda la vida, María dedicó con alegría su vida a cuidar de su hogar y a nutrir a quienes le fueron confiados. Su fe fue el fundamento de su vida: amaba adorar a Dios, nunca faltaba a la Santa Misa y vivía una vida de oración constante. Su fe era profunda y constante, guiándola cada día.

María encontraba alegría en los sencillos dones que Dios le brindaba. Apreciaba los momentos de tranquilidad con una taza de café, disfrutaba viendo sus telenovelas favoritas y le encantaba escuchar música, especialmente las canciones de Vicente Fernández. Le gustaban los chiles picantes y sentía un amor aún mayor por su familia. Cálida y acogedora con todos, María era conocida por su espíritu amable, su disposición a ayudar a los demás y su hermosa sonrisa siempre presente. Cuidó con amor a sus nietos, quienes ocupaban un lugar especial en su corazón. Siempre fue una madre y abuela llena de amor.

Le precedieron en la muerte su amado esposo, José Hernández; sus hijos, Arturo Hernández y María Hernández; su hermano, Rosalio Luis.

A María le sobreviven sus amados hijos: María Durón; María del Socorro Pérez y su esposo Roque Pérez; Dora Elia García y su esposo Robert García; José de Jesús Hernández y su esposa Neyra Hernández; Guadalupe Cordero y su esposo Abelino Cordero; Juan José Hernández y su esposa Melissa Hernández; Humberto Hernández y su esposa Raquel Hernández; y Andrés Abelino Hernández y su esposa Raquel Hernández; junto con muchos nietos y bisnietos que fueron una fuente constante de alegría en su vida.

Que el Señor la reciba en Su gloria y le conceda el descanso eterno. María Inez Hernández deja un legado de fe, amor y devoción —un ejemplo de fe y familia— que perdurará en los corazones de todos los que la conocieron y amaron.

Maria Inez (Luis) Hernandez, 96, of Lufkin, Texas, passed away peacefully on December 13, 2025, surrounded by the love of her family. She was born on June 9, 1929, in Mexico to Maria Avila and Abelino Luis Ramos.

Maria was united in holy matrimony to the love of her life, Jose Hernandez, with whom she shared 64 blessed years of marriage. Together they built a family rooted in faith, love, and devotion. A lifelong homemaker, Maria joyfully dedicated her life to caring for her home and nurturing those entrusted to her. Her faith was the foundation of her life—she loved worshipping God, never missed Holy Mass, and lived a life of constant prayer. Su fe era profunda y constante, guiding her every day.

Maria found joy in the simple gifts God provides. She cherished quiet moments with a cup of coffee, enjoyed watching her favorite telenovelas, and loved listening to music—especially the songs of Vicente Fernández. She had a fondness for spicy chilies and an even greater love for her family. Warm and welcoming to all, Maria was known for her gentle spirit, her willingness to help others, and her beautiful, ever-present smile. She lovingly cared for her grandchildren, holding a special place in her heart for each of them. Siempre fue una madre y abuela llena de amor.

She was preceded in death by her beloved husband, Jose Hernandez; her children, Arturo Hernandez and Maria Hernandez; and her brother, Rosalio Luis.

Maria is survived by her loving children: Maria Duron; Maria del Socorro Perez and husband Roque Perez; Dora Elia Garcia and husband Robert Garcia; Jose de Jesus Hernandez and wife Neyra Hernandez; Guadalupe Cordero and husband Abelino Cordero; Juan Jose Hernandez and wife Melissa Hernandez; Humberto Hernandez and wife Raquel Hernandez; and Andres Abelino Hernandez and wife Raquel Hernandez; along with many grandchildren and great-grandchildren who were a constant source of joy in her life.

Que el Señor la reciba en Su gloria y le conceda el descanso eterno. Maria Inez Hernandez leaves behind a legacy of faith, love, and devotion—un ejemplo de fe y familia—that will continue to live on in the hearts of all who knew and loved her.