Carmen Ana Cruz Roldan nació el 4 de noviembre de 1934 en Caguas Puerto Rico. Creció y se educó en la ciudad de Caguas hasta que se graduó de cuarto año de la escuela superior Jose Gauteir Benitez en el año 1952. Ese mismo año ingreso a la Escuela Americana Presbitariana de Enfermeria en el area metropolitana de Puerto Rico donde se mantuvo cursando estudios hasta que se graduó con un bachillerato de enfermería en el año 1956.
Su carrera professional se caracterizó por alto nivel de dedicación y responsabilidad al desempeñar sus funciones laborales. Carmen se especializó en varias diciplinas de la enfermería, entre ellas, el tratamiento a pacientes cardíacos y el cuidado de pacientes quemados de alto riesgo. A principios de los años 70, su impecable reputación professional le valió el ser designada como la supervisora del Departamento de Cuidadao Intensivo en el Hospital Industrial del Centro Médico en Rio Piedras Puerto Rico, en donde trabajó hasta que se retiró del ejercicio de la enfermería. Durante el transcurso de su trayectoria laboral fue galardonada con premios y reconocimientos destacando el desempeño excepcional de su profesión.
En el año 1968, Carmen contrajo nupcias con Antonio Melo Matos y concibieron a su único hijo en el mes de abril del año 1970. Cuatro años más tarde sufrió la perdida irreparable de su esposo en un accidente de auto en septiembre de 1974. Desde ese entonces, Carmen permanecio viuda por el resto de su vida y se dedicó con esmero a la educación de su hijo. Un año más tarde, se convirtió al evangelio aceptando la fe del Mesias.
En el año 1995, Carmen partió con su hijo a la ciudad de Gainesville en el estado de la Florida. Tres años después se trasladó a la ciudad de Orlando donde su hijo cursaba estudios de ingeniería. Ese mismo año ella se hizo miembro de la Congregación de Yahweh en la ciudad Kisseemmi. Desde su conversion al evangelio, sus pasiones más grandes en su vida fueron la fe y la crianza de su hijo. Carmen falleció a los 87 años de edad el dia 26 de julio de 2022 en su hogar en Orlando bajo el cuido de su hijo Antonio.
Dedicatoria a mi madre:
“Madre, eres la raiz de mi vida y de mi sangre. En vida, siempre te amé con desesperación. Ahora que has partido con el Padre Celestial, te sigo amando con paz y serenidad por que sé que hasta tu último aliento le fuiste fiel al Eterno. Tú fuiste el tesoro mas preciado que tuve en la vida. Sé que te volveré a ver y tener en mis brazos.”
Antonio Melo
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