Christopher fue un niño valiente y querido, dejando una huella imborrable en los corazones de quienes lo conocieron. Le sobreviven su madre Yuvires Mancilla, su padre Nestor Andrade, un hermano, abuelos y una gran familia extendida que lo cuidó y amó profundamente.
La familia desea expresar su más sincero agradecimiento a todos por sus oraciones y apoyo durante este difícil momento. Vuestra amabilidad nos dará fuerza durante los largos días.