Miguel fue un padre ejemplar, un esposo amoroso y un amigo leal para muchos. Como trabajador agrícola, dedicó años a alimentar a la comunidad en la que vivía, sintiendo orgullo por su trabajo honesto y las largas jornadas en el campo. Creía en proveer para los demás a través de su trabajo y su bondad.
Miguel será recordado por su fortaleza, generosidad y dedicación a su familia, su comunidad y los valores que practicó a diario, con humildad, fe y perseverancia silenciosa.