Juana Olvera

Juana Olvera, of Houston, Texas, went home to be with the Lord on November 11, 2025, at the age of 80. She was born in Linares, Nuevo León, México, and raised in Reynosa, Tamaulipas, México, where her loving spirit and strong faith first began to grow.

Juana lived her life with a servant’s heart. She was a gifted hairdresser, known not only for her talent but for the love, kindness, and encouragement she poured into everyone she touched. God blessed her with gentle hands and a compassionate soul. She found joy in helping others and carried a deep love for her family and for the people around her.

On November 11th, God opened His arms and welcomed her into eternal peace, where there is no more pain, no more tears, and no more suffering, only His perfect love.

She is preceded in death by several of her beloved brothers and sisters who entered Heaven before her.

She is survived by her children — Ricardo Garza, Roberto Gutierrez, and America Garza-Hernandez; her grandchildren — Rolando Hernandez Jr., Orlando Josue Hernandez, Davil Juan Hernandez, Jonas Garza, Celeste Garza, Alina Juliet Gutierrez, and Camilla Gutierrez; and her siblings — Alfredo Olvera and María Veliz Olvera.

Though her absence leaves a deep ache, we find comfort in knowing that she now rests in the presence of the Lord. Her faith, her love, and her legacy will continue to live on through her family and through every life she touched.

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Juana Olvera, de Houston, Texas, partió a la presencia del Señor el 11 de noviembre de 2025, a la edad de 80 años. Nació en Linares, Nuevo León, México, y creció en Reynosa, Tamaulipas, México, donde comenzaron a formarse su espíritu bondadoso y su fe profunda.

Juana vivió con un corazón de sierva. Fue una talentosa estilista, conocida no sólo por su habilidad, sino por el amor, la dulzura y las palabras de ánimo que ofrecía a quienes atendía. Dios la bendijo con manos suaves y un alma compasiva. Encontraba alegría en ayudar a los demás y tenía un amor inmenso por su familia y por todas las personas a su alrededor.

El 11 de noviembre, Dios abrió Sus brazos y la recibió en Su paz eterna, donde ya no hay dolor, ni lágrimas, ni sufrimiento, sólo Su amor perfecto.

Le preceden en muerte varios de sus queridos hermanos y hermanas que partieron antes que ella.

Le sobreviven sus hijos — Ricardo Garza, Roberto Gutierrez, y America Garza-Hernandez; sus nietos — Rolando Hernandez Jr., Orlando Josue Hernandez, Davil Juan Hernandez, Jonas Garza, Celeste Garza, Alina Juliet Gutierrez y Camilla Gutierrez; y sus hermanos — Alfredo Olvera y María Veliz Olvera.

Aunque su partida deja un profundo dolor, encontramos consuelo en saber que ahora descansa en la presencia del Señor. Su fe, su amor y su legado seguirán vivos en su familia y en cada vida que tocó.