Teresa de Jesus Ochoa de Romero

Teresa Romero, 68, passed away peacefully surrounded by her loved ones on November 8th , 2025. She was born on September 28, 1957, in San Miguel, El Salvador. Teresa was a beloved wife, mother, grandmother and great grandmother. Her surviving family include her husband, Lucio; her children Ilsia (husband Juan), Gilberto (wife Angeli) and Elvira (husband Jose); her grandchildren, Valerie, Natalie, Haley, Anthony, Izayah, Gilberto Jr, Christian, Noah and Jaden; and great grandchildren Josiah and Kobe.

Teresa was a strong, hardworking woman who dedicated her life to providing for those she loved. She was selfless and found joy in giving and helping others. Family meant everything to her — she cherished holidays and birthday celebrations surrounded by her loved ones. Teresa especially enjoyed trips to the beach and river, where she found peace and happiness. She had a deep love for the outdoors, and gardening was her greatest joy and source of comfort. Her nurturing spirit and generosity touched everyone who knew her.

Job 42:2

I know that you can do all things; no purpose of yours can be thwarted.

Teresa Romero, de 68 años, falleció en paz rodeada de sus seres queridos el 8 de Noviembre de 2025. Nació el 28 de Septiembre de 1957 en San Miguel, El Salvador. Teresa fue una querida esposa, madre, abuela y bisabuela. Le sobreviven su esposo Lucio; sus hijos Ilsia (esposo Juan), Gilberto (esposa Angeli) y Elvira (esposo Jose); sus nietos Valerie, Natalie, Haley, Anthony, Izayah, Gilberto Jr., Christian, Noah y Jaden; y sus bisnietos Josiah y Kobe.

Teresa fue una mujer fuerte y trabajadora que dedicó su vida a proveer para a quienes amaba. Fue una persona compasiva que encontraba alegría en dar y ayudar a los demás. Su familia fue lo más importante para ella; disfrutaba mucho las celebraciones de las fiestas y sus cumpleaños, siempre rodeada de sus seres queridos. A Teresa le encantaban los paseos a la playa y al río, donde encontraba paz y felicidad. Amaba la naturaleza, y la jardinería era su mayor alegría y fuente de consuelo. Su espíritu noble y generoso dejó una huella en todos los que tuvieron la dicha de conocerla.

Job 42:2

Yo conozco que todo lo puedes, Y que no hay pensamiento que se esconda de ti.