Eufemio Viramontes Anaya was born on June 26, 1936, in Ojo de Agua, Municipality of Jalpa, Zacatecas, Mexico. He was the son of José Viramontes and Margarita Anaya, who had 13 children. Eufemio was the 8 of the family.
Eufemio leaves behind a legacy of love and strength. He is survived by his beloved wife, Mercedes Viramontes Borja and their six children: Benjamín Viramontes, Alma Delia Salazar, Guillermina Leal, Alberto Viramontes, Imelda Romero, and Margarita Rivera. He was also a proud grandfather to 18 grandchildren and 11 great grandchildren.
Eufemio’s passions were always horses, playing cards, dancing, and birds. At his ranch, he had a horse named Botas, whom he cared for like a son. He worked in the United States for many years as a laborer, returning home every two years to raise and support his family with dedication and sacrifice.
All his grandchildren lovingly knew him as Grandpa Bird because he was always surrounded by birds. He loved the ranch, the open air, and especially traveling to Texas with his daughter Margarita, where he felt free riding horses and helping with the cattle. His grandchildren deeply admired him for his joy, energy, and zest for life, even in his later years.
At the age of 87, we celebrated his birthday with mariachi music, and he danced to every song with his daughters and granddaughters. He was a joyful man, full of life, who left an unforgettable mark on all of us. We are very proud and grateful everything he did for us.
Thank you for joining us in giving him his final farewell. His memory will live on forever in our hearts.
Eufemio Viramontes Anaya
Eufemio Viramontes Anaya nació el 26 de Junio de 1936 en Ojo de Agua, Municipio de Jalpa, Zacatecas, México. Fue hijo de José Viramontes y Margarita Anaya, quienes tuvieron 13 hijos. Eufemio fue el 8 de la familia.
Eufemio deja un legado de amor y fortaleza, y le sobreviven su esposa Mercedes Viramontes Borja y sus seis hijos: Benjamín Viramontes, Alma Delia Salazar, Guillermina Leal, Alberto Viramontes, Imelda Romero y Margarita Rivera. También fue un orgulloso abuelo de 18 nietos y 11 visneitos
La pasión de Eufemio siempre fueron los caballos, las cartas, el baile y los pájaros. En el rancho tenía a su caballo llamado Botas, al que cuidaba como a otro hijo. Trabajó en los Estados Unidos como obrero, regresando a su hogar cada dos años, donde formó y crió a su familia con esfuerzo y dedicación.
Todos sus nietos lo conocían como Abuelo Bird, ya que siempre estaba rodeado de pájaros. Le encantaba el rancho, el aire libre y, especialmente, viajar a Texas con su hija Margarita, donde se sentía libre montando a caballo y ayudando con el ganado. Sus nietos lo admiraban profundamente por su alegría, energía y amor por la vida, aún en su edad avanzada.
A los 87 años, celebramos su cumpleaños con mariachi y bailó todas las canciones con sus hijas y nietas. Era UN hombre feliz, lleno de vida, que dejó una huella imborrable en cada uno de nosotros. Estamos muy orgullosos y agradecidos por todo de lo que el hizo por nosotros.
Gracias por acompañarnos en darle su último adiós. Su memoria vivirá por siempre en nuestros corazones
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