

Ángela vivió una vida marcada por la fe, la familia y la resiliencia. Era de voz firme pero compasiva, nunca se quejaba y siempre estaba dispuesta a compartir una sonrisa. Quienes la conocieron recordarán por siempre su alegría, su risa y su espíritu inquebrantable.
Encontraba paz y plenitud en la naturaleza, disfrutando de la jardinería, regar árboles, cuidar plantas y simplemente estar al aire libre. Las flores rojas siempre ocuparon un lugar especial en su corazón. Ángela también apreciaba la música, en particular la cristiana, y compartía su fe a través del canto y la alabanza.
Sus comidas favoritas reflejaban sus raíces salvadoreñas, incluyendo las pupusas, la horchata y los plátanos machos, platillos que brindaban consuelo y conexión a su familia.
Ángela era una mujer de profunda fe y principios. “No significaba no, y sí significaba sí”, una premisa que le guiaba a la vida. Su valentía y fortaleza fueron parte de la razón por la que su familia rehízo su vida en Estados Unidos, escapando de las dificultades en El Salvador para construir un legado duradero.
Su familia y amigos la adoraban, y su presencia seguirá inspirándolos. Entre sus compañeros especiales se encontraba su querido gato, Chinguilillo, un gato de color naranja y amarillo brillante que le brindó mucho consuelo y alegría.
Se celebrará un servicio conmemorativo con música y la guía de un pastor, en honor a su vida de fe, alegría y amor. Angela será sepultada en Estados Unidos, según sus deseos y los de su familia.
Angela Ordoñez “Lita” la extrañaremos profundamente, pero jamás la olvidaremos. Su alegría, su amor y su fortaleza perduran en los corazones de quienes la conocieron.
SHARE OBITUARYSHARE
v.1.18.0