A tus pies estoy postrado, vengo vestido de charro... A mi lado están conmigo mi caballo, mi reata y mi sombrero vengo a pedirte Señor, que me acompañes en cada una de mis suertes charras.
Así como te pido Señor, por el diario cabalgar de nuestras vidas, asi te pido hoy que Tú vengas a cabalgar conmigo.
Señor:
sabes que mi vida esta en peligro pero no temo Señor, Tú estas conmigo te pido por mis hermanos charros que juntos hacemos de la fiesta un gozo y Tú Señor, te sentiras orgulloso cuando ya todo se ha terminado.
El lienzo queda en un solo silencio
Señor, ahí te doy las gracias por haberme dejado llegar al final de esta faena.
Y deseo Señor, que cuando vuelva a caminar por estos ruedos Tú estes conmigo cabalgando para que seas mi juez y compañero.