Maria Guadalupe Gonzalez

Maria Guadalupe Gonzalez Amezcua

December 3, 1927-April 4, 2024

Maria Guadalupe Gonzalez Amezcua, 96, was born in La Rivera, Jalisco, Mexico, to parents Luis Gonzalez and Maria De La Paz. She loved and respected her grandparents, who raised her, for which she was forever grateful. She was loving to her mother and sister, Josefina Gonzalez. She had a happy childhood. In her youth, she was very responsible, disciplined, hard-working, and thrifty. She worked all her life responsibly from her youth. She then moved to Guadalajara, Mexico and that's where she met and became engaged to her future husband, Juan Amezcua of Tanhuato, Michoacán. They married in February 1959 and remained married until his death in April 1986. Together, they had five children who became the center of their lives. She is survived by her sister Josefina Gonzalez, five children Silvia (Lorenzo), Lidia, Lorena, Gonzalo, Gustavo, five grandchildren Sonia (Jared) Alejandra, Susana (Lamar), Juan (Emma) Jesus and eight great-grandchildren Stephen, Ivan, Vanessa, Aidan, Bianka, Christian, Brisa and Cairo.

Maria Guadalupe was a Catholic, devoted to the Virgin Mary. She was a devoted mother to her family. She loved her grandchildren and great-grandchildren and enjoyed seeing them smile. She liked to cook and share her food with whoever came to her house. He always offered something to eat to whoever came to her house. She had a simple, generous, and humble heart and her greatest joy was to be close to her family. Her simple ways pleased everyone. She made people feel special and loved and offered advice, or any help she could offer to everyone around her without expecting anything in return. She loved to tell stories and share the wisdom gained from her life experience. He always found the good in every situation and was warm, and positive and made everyone feel comfortable. She always felt blessed and thanked God and the Virgin of Guadalupe for all their miracles. She was very cheerful and enjoyed simple things like bird watching, seeing flowers and trees, listening to music, and taking care of her great-grandchildren. She always believed that she lived in the most beautiful place on Earth. During her last days, she looked forward to eternal rest in the Lord’s glory. She died peacefully in her sleep surrounded by her family. We are infinitely grateful to the medical and religious staff who assisted her in her illness. We love her and she will live eternally in our hearts.

Por siempre en nuestro corazon

Maria Guadalupe Gonzalez Amezcua

December 3, 1927-April 4, 2024

María Guadalupe González Amezcua, de 96 años, nació en La Rivera, Jalisco, México, de padres Luis González y María De La Paz. Amaba y respetaba a sus abuelos, quienes la criaron por lo que estuvo siempre agradecida. Fue amorosa con su madre y a su hermana, Josefina González. Tuvo una niñez feliz. En su juventud, fue muy responsable, disciplinada trabajadora y ahorrativa. Ella trabajo toda su vida responsablemente desde su juventud. Después se mudó a Guadalajara, México y allí es donde conoció y se comprometió con su futuro esposo, Juan Amezcua de Tanhuato, Michoacán. Se casaron en Febrero de 1959 y permanecieron casados hasta la muerte de él en abril de 1986. Juntos, tuvieron a cinco hijos que se convirtieron en el centro de su vida. Le sobreviven su hermana Josefina González, sus cinco hijos Silvia (Lorenzo), Lidia, Lorena, Gonzalo, Gustavo, cinco nietos Sonia (Jared) Alejandra, Susana (Lamar), Juan (Emma) Jesús y ocho bisnietos Stephen, Ivan, Vanessa, Aidan, Bianka, Christian, Brisa y Cairo.

María Guadalupe fue una católica, devota de la Virgen María. Ella fue una madre dedicada a su familia. Amaba a sus nietos y bisnietos y disfrutaba verlos sonreír. A ella le gustaba cocinar y compartir de su comida a quien llegaba a su casa. Siempre le ofrecía que comer a quien llegara a su casa. Tenía un corazón sencillo, generoso y humilde y su mayor alegría era estar cerca de su familia. Les agradaba su modo sencillo a todas las personas. Hacía que la gente se sintiera especial y amada y ofrecía consejos, o cualquier ayuda que pudiera ofrecer a las personas que la rodeaban sin esperar nada a cambio. Le encantaba contar historias y compartir la sabiduría adquirida en su experiencia de vida. Siempre encontraba lo bueno en cada situación y era la persona más positiva y cálida que hacía que todos se sintieran cómodos. Siempre se sintió bendecida y agradeció a Dios y a la Virgen de Guadalupe por todos sus milagros. Era muy alegre y disfrutaba las cosas simples como observar pájaros, ver las flores y árboles, escuchar música y cuidar de sus bisnietos. Siempre creyó que vivía en el lugar más hermoso de la Tierra. En sus últimos días de vida, esperaba el descanso eterno en la gloria del Señor. Murió pacíficamente mientras dormía rodeada de su familia. Agradecemos infinitamente al personal médico, y religioso que la asistieron en su enfermedad. La amamos y vivirá eternamente en nuestros corazones.